Los nuevos pedidos de bienes de capital fabricados en Estados Unidos cayeron más de lo esperado en septiembre y los envíos también bajaron, en una señal de que la inversión empresarial sigue débil por los efectos de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Foto de archivo. Retroexcavadoras a la venta en una concesionaria de John Deere en Denver, Colorado, EEUU. 14 de mayo de 2015. REUTERS/Rick Wilking.
Sin embargo, otros datos conocidos el jueves mostraron que la tensión arancelaria aún no ha tenido un efecto amplio en el mercado del empleo.
El Departamento de Comercio dijo el jueves que los pedidos de bienes de capital fuera del sector de defensa y excluyendo aviones, un indicador seguido de cerca sobre planes de gastos de las empresas, cayeron un 0,5% el mes pasado, por la débil demanda por equipos para transporte, partes de vehículos a motor, computadoras y productos electrónicos.
La cifra de agosto se revisó a la baja para mostrar que las órdenes cayeron un 0,6% en vez del 0,4% reportado inicialmente. Economistas consultados en un sondeo de Reuters proyectaban un descenso de los pedidos de bienes de capital subyacentes de un 0,2% ciento en septiembre.
En la comparación interanual, estos pedidos escalaron un 1%, mientras que los envíos bajaron un 0,7% el mes pasado.
Los embarques de bienes de capital subyacentes son utilizados para calcular el gasto en equipo en la medición del Producto Interno Bruto del gobierno. Los envíos de agosto fueron revisados a una lectura estable desde el alza previa de un 0,3%.
La Reserva Federal ha recortado las tasas de interés dos veces este año y los inversores anticipan una nueva reducción en los costos del crédito cuando el organismo se reúna la próxima semana a medida que la economía lidia con las consecuencias de la guerra comercial entre Washington y Pekín y una desaceleración del crecimiento mundial.
El sector manufacturero, que representa alrededor del 11% de la economía estadounidense, se ha visto afectado por la disputa arancelaria, que ha golpeado la confianza empresarial y la inversión, además de generar incertidumbre sobre el panorama económico.
Otro reporte conocido el jueves, mostró que el número de estadounidenses que presentó pidió beneficios por desempleo cayó inesperadamente la semana pasada, lo que apunta a un mercado laboral aún sólido pese a que las contrataciones y el crecimiento del empleo se desaceleran.
Las solicitudes iniciales de beneficios por desempleo cayeron 6.000 a una cifra desestacionalizada de 212.000 para la semana al 19 de octubre, dijo el Departamento de Trabajo. Los datos para la semana anterior fueron revisados al alza a una cifra de 218.000. Economistas consultados por Reuters esperaban un alza en las demandas a 215.000 durante la semana pasada.
Además, el Departamento de Comercio informó que la venta de casas unifamiliares nuevas bajó en septiembre dado que la escasez de unidades siguió presionando las ventas, aun cuando los precios vieron su mayor declive mensual en cinco años.
Las ventas de casas nuevas declinaron un 0,7%, a una tasa anual ajustada por estacionalidad de 701.000 unidades el mes pasado, igualando la previsión.
Editado en Español por Carlos Serrano y Manuel Farías