Los precios al consumidor en Estados Unidos se mantuvieron sin cambios en septiembre y la inflación subyacente se desaceleró, lo que apuntaló expectativas de que la Reserva Federal baje sus tasas de interés en octubre por tercera vez este año por los riesgos que vive la economía a causa de la tensión comercial.
FOTO DE ARCHIVO. Una clienta compra un pavo en una tienda de Walmart en Chicago, EEUU, Septiembre, 2019. REUTERS/Kamil Krzaczynski
No obstante, la fortaleza del mercado laboral podría complicar la tarea de la Fed. Otros datos conocidos el jueves mostraron un inesperado declive en el número de estadounidenses que presentó solicitudes de beneficios de desempleo la semana pasada.
Los despidos siguen bajos incluso a pesar de que las empresas tienen cada vez más dudas sobre si contratar más trabajadores ante la desaceleración de la economía.
La tasa de desempleo está cerca de un mínimo de 50 años del 3,5%. La expansión económica, que atraviesa ahora su undécimo año, está amenazada por la guerra comercial entre Washington y Pekín -que dura ya 15 meses-, la desaceleración del crecimiento a nivel mundial y la probable salida sin acuerdo de Reino Unido de la Unión Europea.
La guerra comercial ha afectado a la inversión empresarial y contribuyó a que las manufacturas entraran en recesión. El crecimiento se está viendo restringido también por el desvanecimiento del estímulo procedente de la rebaja fiscal de 1,5 billones de dólares del año pasado.
El Departamento del Trabajo dijo que su plano Índice de Precios al Consumidor (IPC) del mes pasado fue su lectura más floja desde enero y se debió a que el alza del costo de los alimentos y alquileres fue compensada por descensos en los precios de la energía y de autos y camiones usados.
El IPC había subido un 0,1% en agosto. En los 12 meses hasta septiembre ganó un 1,7%, tras anotar el mismo avance en agosto. Economistas consultados por Reuters habían previsto que el IPC subiera un 0,1% en septiembre, con un alza interanual del 1,8%.
Excluyendo los componentes volátiles de alimentos y energía, el IPC subió un 0,1%, luego de ganar un 0,3% durante tres meses consecutivos.
La denominada inflación subyacente se vio limitada por moderadas ganancias en los costos del cuidado de la salud, así como declives en ropa, vehículo a motor nuevos y precios de las comunicaciones. En los 12 meses hasta septiembre, el IPC subyacente se incrementó un 2,4%, igualando el alza de agosto.
El dólar amplió ganancias levemente tras los datos, mientras que los precios de los bonos del Tesoro estadounidense cayeron y los índices de Wall Street operaban estables.
En otro informe publicado el jueves, el Departamento del Trabajo dijo que las solicitudes iniciales de beneficios por desempleo cayeron en 10.000, a una cifra desestacionalizada de 210.000 en la semana que terminó el 5 de octubre.
Economistas encuestados por Reuters pronosticaron que los pedidos permanecerían sin cambios en 219.000.