Un número creciente de consejos municipales se declaran ‘ciudades santuario para los no-natos’
|Texas siempre ha estado en el centro de la batalla legal en torno al aborto. Roe contra Wade, el fallo de la Corte Suprema que legalizó el aborto en todo el país, se originó en el estado.
Fuente: https://diario.mx/estados-unidos
Las reuniones del consejo municipal en el este de Texas abordan problemas típicos de los poblados pequeños, como las aprobaciones de contratos de carreteras, la eliminación de árboles y el cierre de calles para festivales de otoño y desfiles de bienvenida, publicó The Washington Post.
Pero de pronto aparece un controvertido tema en la agenda municipal de esta región rural profundamente conservadora: el aborto.
Etiquetándolo como “asesinato con malicia”, un número creciente de consejos municipales han aprobado prohibiciones al aborto y se declaran “ciudades santuario para los no-natos”. Cinco ciudades han adoptado la ordenanza restrictiva, que prohíbe los anticonceptivos de emergencia, como el Plan B, penaliza a los grupos de derechos reproductivos y multa a los doctores con hasta 2 mil dólares por practicar un aborto. Una sexta ciudad del este de Texas ha adoptado una versión más indulgente de la ordenanza.
El activista detrás del movimiento, Mark Lee Dickson, dijo que él y el grupo antiabortista Texas Right to Life planean viajar a más de 400 municipios de Texas para lanzar la prohibición.
“Este es un problema local porque afecta a los más vulnerables: los no-natos”, dijo Dickson. “Si podemos hacer esto en Texas, podemos hacerlo en ciudades y poblados de Arizona, en Florida, en Iowa. Podría suceder en todo el país”.
Texas siempre ha estado en el centro de la batalla legal en torno al aborto. Roe contra Wade, el fallo de la Corte Suprema que legalizó el aborto en todo el país, se originó en el estado. Pero este año, Texas no siguió el ejemplo de otras legislaturas estatales controladas por republicanos de aprobar una “ley de latidos” que prohíbe el aborto después de aproximadamente seis semanas de gestación.
Consternados por la falta de acción estatal, Dickson y otros activistas antiaborto están llevando su causa “directamente al pueblo” y presionando a los gobiernos de estas pequeñas ciudades, los cuales se especializan más resolver en contratos de recolección de basura que en asuntos de derecho constitucional.
Pero a cientos de millas al oeste de estos poblados, otro consejo municipal de Texas está dirigiendo la política en torno al aborto en la dirección opuesta.
El Consejo municipal de Austin aprobó el mes pasado un presupuesto de150 mil dólares para transporte, hospedaje y otros gastos para las mujeres que buscan abortar, particularmente aquellas que viven en poblados conocidos como “desiertos del aborto”, lugares ubicados a unas 100 millas (160 kilómetros) de distancia de cualquier centro abortivo.