El regreso a la guerra de Iván Márquez- el ex número dos de las FARC- es quizá uno de los golpes más bajos que ha sufrido el proceso de paz en Colombia y que tiene en máxima alerta a las autoridades de este país porque se cree sería el renacimiento de una nueva guerrilla en este país.
Este jueves, Márquez, a través de un vídeo de 32 minutos, anunció su ingreso a las disidencias de las FARC. Lo hizo rodeado de Jesús Santrich (uno de los ex guerrilleros más buscados por la Interpol, con orden de extradición a Estados Unidos por tráfico de cocaína después de los acuerdos de paz), Óscar Montero, alias ‘El Paisa’ (el guerrillero considerado el ‘Bin Laden’ colombiano) y Aldinever Morantes alias ‘Romaña’ (guerrillero temido por los asaltos en carreteras).
«Anunciamos al mundo que ha comenzado una nueva Marquetalia (lugar del Tolima, donde nacieron las FARC), bajo el amparo del derecho universal de levantarse en armas contra la opresión. Es la continuación de la lucha guerrillera en respuesta a la traición del Estado a los acuerdos de paz en la Habana», expresó.
Además, anunció uno de los planes que, de concretarse, pondría en máxima alerta a las autoridades colombianas: alianzas con la guerrilla del ELN, hoy con más de 3.000 hombres armados. «Buscaremos coordinar esfuerzos con la guerrilla del ELN y con aquellos compañeros que no han plegado sus banderas que tremó la patria de todos».
El pronunciamiento de Márquez, desaparecido desde hace un año cuando abandonó el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Miravalle (uno de los lugares donde permanecen los ex insurgentes tras entregar las armas), Caquetá, confirma lo anunciado por la Fundación Paz y Reconciliación este miércoles: Márquez y Jesús Santrich se habrían reunido con líderes importantes de las disidencias de las FARC en una zona limítrofe entre Colombia y Venezuela. Allí, se habría pactado la consolidación de la guerrilla que hoy se anuncia.
En realidad, esta noticia aunque sorprende a un sector importante del país, no deslumbra al otro. Márquez, desde las negociaciones de paz entre el Gobierno Nacional y las Farc en La Habana, Cuba, fue una de las piedras en el zapato del proceso. E incluso, en repetidas oportunidades amenazó con abandonar la mesa. Y precisamente cuando el Gobierno le concedió un escaño para que se sentara en el Senado de la República y legislará en Colombia, no se posesionó. Al contrario, huyó a la selva y desapareció.
Esta noticia ha generado diversas reacciones en el país y es el tema de la polémica este jueves. Roy Barrera, senador más cercano al proceso de paz, dijo «que hoy más que nunca debemos permanecer activos en la defensa de la paz lograda, de la paz posible, de la paz completa, la comunicación delirante desde Venezuela de un puñado de desertores a la paz, no representa amenaza nueva ni debería justificar discurso de la guerra».
Hasta el momento, el presidente Iván Duque y las Fuerzas Militares no se han pronunciado oficialmente. Tampoco lo ha hecho Rodrigo Londoño, ‘Timochenko’, ex número uno de las Farc.