El presidente trata de combatir la narrativa que empieza a calar entre economistas y medios de comunicación porque puede afectar su reelección
El presidente Donald Trump. “Los medios de noticias falsas están haciendo todo lo posible para hundir la economía porque piensan que será malo para mi reelección”
Fuente: https://www.elperiodico.com / Ricardo Mir de Francia
Ni hay recesión ni se la espera. Ese es el mensaje que lleva transmitiendo insistentemente la Casa Blanca desde la semana pasada, cuando algunos indicadores empezaron a dar señales de que el optimismo que ha imbuido la economía estadounidense podría estar evaporándose.
La desaceleración de las economías asiáticas, unida a los nubarrones en Alemania y la eurozona, o los problemas de Brasil, México y Argentina dibujan un deterioro generalizado en las grandes economías mundiales. Estados Unidos se ha salvado hasta ahora, pero la anormal inversión de la curva de rendimiento en el mercado de la deuda pública, la débil inversión empresarial o la reciente bajada de tipos de la Reserva Federal sugieren que los riesgos han llegado también a la primera economía mundial.
Una recesión resultaría devastadora para las aspiraciones de reelección de Donald Trump en noviembre del 2020. La buena marcha de la economía, con un paro en mínimos históricos, un consumo vigoroso y un crecimiento en torno al 2%, sigue siendo su principal baza para conquistar un segundo mandato. De ahí la obstinación del presidente por evitar que cale el pesimismo entre el electorado.
Teorías conspirativas
Trump ha acusado a los demócratas y la prensa de conspirar contra la economía, al tiempo que acusaba nuevamente al presidente de la Reserva Federal (Fed) de ponerle palos en las ruedas. “Nuestra economía es muy fuerte, a pesar de la horrenda falta de visión de Jay Powell y la Fed, pero los demócratas están tratando de predestinar la economía por motivos electorales”, escribió el lunes en las redes.
“Los medios de noticias falsas están haciendo todo lo posible para hundir la economía porque piensan que será malo para mi reelección”, había dicho horas antes. Lo cierto es que el debate sobre los riesgos de recesión, omnipresente en los titulares de los últimos días, responde a lo sucedido en los mercados y en algunos indicadores preocupantes. El miércoles pasado las bolsas registraron las mayores pérdidas en lo que va de año después de que el interés de las Letras del Tesoro a dos años superara brevemente el que se paga por los bonos a 30 años. Históricamente esa anormal inversión de la llamada curva de rendimiento ha servido para predecir la cercanía de una recesión.
Baja la producción industrial
También se ha contraído por segunda vez en lo que va de año la producción industrial y crecen las señales del impacto negativo de la guerra comercial con China en importantes sectores de la economía estadounidenses. En un mundo tan interconectado, la incertidumbre creada por la guerra arancelaria ha golpeado a otras economías como la alemana, que bordea la recesión. El 38% de los economistas sondeados por la National Association for Business Economics cree que EEUU entrará en recesión en el 2020, mientras un 34% opina que sucederá en el 2021.