Mike Pence visitó dos centros de detención cerca de Texas, la planta de procesamiento de Donna y la Patrulla Fronteriza de McAllen.
Mike Pence visita dos centros de detención en Texas, «Que Dios los bendiga» dijo a los migrantes
Fuente: https://conexionmigrante.com
El vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, visitó, este viernes, dos centros de detención en la frontera de México, Texas, la planta de procesamiento Donna y la estación de la Patrulla Fronteriza de McAllen, y reconoció que es “duro” ver a las familias migrantes allí, pero defendió las condiciones en las instalaciones.
El presidente Danald Trump, solicitó a Pence viajar al centro de detención en Donna, un campamento improvisado con tiendas blancas y la estación de la Patrulla Fronteriza, el cual alberga a adultos solteros que han sido aprehendidos al intentar cruzar la frontera.
Trump le solicitó, además, llevar consigo dos cámaras para grabar las condiciones de los centros.
“El presidente Trump quería que las cámaras estuvieran aquí para que ustedes pudieran ver de primera mano cómo estaban siendo tratadas las familias”, dijo Pence a su salida del centro. “Es muy duro ver a las familias metidas en esta crisis”.
El centro de Donna cuenta con la capacidad para unos mil migrantes, a la visita de Pence había alrededor de 800 personas, por lo que no se detectó el problema de hacinamiento que, según informes oficiales y de prensa hay en otras instalaciones, como la de Clint, Texas.
Pence platicó con algunos de los migrantes detenidos en Donna, entre ellos varios niños y dos mujeres, una de Venezuela y la otra de El Salvador. Por medio de la ayuda de un traductor, Pence les preguntó que de dónde eran y si les estaban cuidando bien, a lo que las mujeres respondieron que sí. Al final de la conversación el vicepresidente les dijo, “que Dios las bendiga”.
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Uno de los periodistas del The Washington Post, Josh Dawsey, dijo que la temperatura en el campamento era fría y muchos migrantes estaban tumbados en los colchones y cubiertos por mantas térmicas, en un ambiente silencioso apenas roto por las risas de algunos pequeños.
Pence también mantuvo una conversación con un grupo de niños que veían dibujos animados, todos ellos respondieron de forma positiva cuando les preguntó si tenían alimentos y si los cuidaban bien, sin embargo, dos de ellos negaron con la cabeza al preguntarles si tenían un lugar en donde “limpiarse”.
“Escuchar a niños pequeños decir que caminaron durante dos o tres meses para llegar hasta aquí le rompe el corazón a cualquier estadounidense”, añadió Pence.
En McAllen, la escena fue diferente pues el vicepresidente recorrió una sala sofocante por el calor; la cual es llamada poterna, había cientos de hombres, un fuerte olor a sudor y un hacinamiento tan extremo que no había espacio para cunas, además los migrantes se encontraban durmiendo en el piso.
Allí Pence no se involucró directamente con ninguno de los hombres.
Sin embargo, el vicepresidente insistió en que la solución es endurecer las leyes migratorias para detener las redes de tráfico de personas que se aprovechan de los migrantes, y culpó a los demócratas de exagerar los problemas en los centros de detención.
“Todas las familias con las que he hablado me han dicho que les están cuidando”, concluyó Pence.
El vicepresidente iba acompañado de varios senadores republicanos e invitó también a demócratas, pero éstos se negaron a viajar con él.