• Morgan Stanley augura una recesión global en los próximos 9 meses

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Las tensiones comerciales con epicentro en Washington y particularmente en la Casa Blanca continúan pesando entre las distintas mesas de inversión. El azote arancelario contra China, cuyo pulso contagia también al sector tecnológico, y el último revés a México, que enfrentará aranceles del 5% sobre todas sus exportaciones a Estados Unidos a partir del próximo 10 de junio, enfría las expectativas de Wall Street.

 

 

De hecho, desde Morgan Stanley estiman que la economía global podría caer en una recesión en los próximos 9 meses si el presidente de EEUU, Donald Trump, acabase por tasar el resto de importaciones chinas, por valor aproximado de 300.000 millones de dólares, con un gravamen del 25%.

“Las conversaciones recientes con nuestros clientes han reforzado la sensación de que los mercados están subestimando el impacto de las tensiones comerciales”, señaló en un informe Chetan Ahya, economista jefe de Morgan Stanley. “Los inversores en general opinan que la disputa comercial podría prolongarse por más tiempo, pero parece que están pasando por alto su impacto potencial en la perspectiva macro a nivel global”, añade.

Ahya recuerda que los aranceles y sus efectos suelen transmitirse por diversos canales. El primero es el aumento de los costes que erosionará la rentabilidad mientras que los consumidores podrían reducir la demanda si enfrentan precios más altos. En segundo lugar, el impacto de los aranceles se extenderá a las cadenas de suministro nacionales y mundiales y, en consecuencia, a los flujos comerciales mundiales.

Por otro lado, a medio plazo, las multinacionales incurrirán en costes adicionales a medida que desarrollen fuentes de suministro alternativas. En cuarto lugar, la confianza empresarial global se verá afectada y las empresas reducirán sus inversiones, lo que pesará sobre la demanda global agregada. Finalmente, las empresas con presencia global enfrentarán una presión adicional a la baja sobre el crecimiento y la rentabilidad de sus operaciones internacionales.

“Los inversores en general opinan que la disputa comercial podría prolongarse por más tiempo, pero parece que están pasando por alto su impacto potencial”

Desde JPMorgan, su economista jefe, Bruce Kasman, indicó en un análisis que la probabilidad de una recesión en EEUU en la segunda mitad de este año ha aumentado hasta un 40% frente al 25% del mes anterior. “Es probable que el crecimiento global caga por debajo de la tendencia para el resto de este año”, alertó Kasman.

Los economistas de Goldman Sachs consideran que Trump implementará aranceles iniciales del 10% sobre importaciones chinas por valor de 300.000 millones de dólares y cumplirá con su amenaza de tasar en un 5% todos los productos mexicanos. No obstante, sus economistas han reducido tímidamente sus previsiones de crecimiento en la segunda mitad del año para EEUU en aproximadamente medio punto porcentual hasta el 2%. También observan una mayor probabilidad de que la Reserva Federal opte por rebajar tipos.

Mark Schofield, economista jefe de Citi, destacó en un informe que el banco mantiene sus proyecciones de crecimiento para la economía global este año en el 2,9% pero rebaja las de 2020 en una décima hasta el 2,9%.

Los economistas de Citi observan una considerable divergencia donde los mercados emergentes muestran patrones de consumo mucho más cíclicos que las economías avanzadas. La inversión, por otro lado, ha mostrado ha sido más cíclica en los países avanzados que en los emergentes.

“La última vez que vimos patrones similares de divergencia fue en 2015 y 2016, cuando esta situación condujo a una desaceleración significativa en el crecimiento global de aproximadamente 50 puntos básicos por debajo de la media a largo plazo. Este episodio puede proporcionar un modelo útil para los próximos meses”, explica Schofield.

Por aquel entonces, la desaceleración en EEUU fue el catalizador de la debilidad global. Hasta ahora la mayor economía del mundo ha resistido al azote arancelario y otros riesgos geopolíticos pero las disminución del estímulo fiscal y el fortalecimiento de los vientos en contra en forma de tensiones comerciales y la desaceleración de China supone una amenaza, según Schofield y su equipo.