El Gobierno de México cedió a la política migratoria del presidente estadounidense, Donald Trump, para limitar la llegada de migrantes centroamericanos, señaló este martes en San Salvador Rita Robles, representante del Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdoba.
REFERENCIA | ARCHIVO | Niños migrantes detenidos en la frontera de Estados Unidos y México. Foto tomada de Vanguardia.com
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Robles, quien se desempeña como «enlace» de dicho centro en Ciudad de México, señaló que existen una «presión política y económica» sobre su país por parte de EE.UU. y que «en esa medida están respondiendo» las autoridades migratorias.
Señaló que actualmente Estados Unidos es «el principal socio comercial» de México y «está la firma de un tratado de libre comercio en la mesa».
Destacó que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, generó una «alta expectativa» sobre su política migratoria, dado que señaló durante su campaña que esta sería aplicada «con base en el respeto de los derechos humanos».
«La expectativa no se ha cumplido», aseguró Robles, quien participó este martes en un foro sobre migración, derechos humanos y desplazamiento forzado en San Salvador.
Sostuvo que en enero «se implementa todo un operativo» para recibir, registrar y entregar una tarjeta de paso «por razones humanitarias» a los migrantes, pero posteriormente el Gobierno de López Obrador dio un «giro de tuerca».
Explicó que desde febrero se aplica una política de «detención y deportación» de migrantes, sin que se identifique de manera adecuada sin son candidatos a «protección internacional».
Al ser preguntada por periodistas si este cambio en la atención a los migrantes significa que México se «pliega» a la política de Trump aseguró que «lamentablemente sí, es eso».
Para Robles, las autoridades de su país también «han fallado muchísimo en la protección a la infancia», dado que existe una ley que señala que «niños y adolescentes no pueden estar detenidos en estaciones migratorias»
«Siguen siendo detenidos (lo menores de edad), no acceden a derechos y son deportados», subrayó la activista, quien aseguró que al Gobierno mexicano le «falta mucho» para dar «una atención adecuada que cumpla con los estándares internacionales en la materia».
El flujo de migrantes centroamericanos que atraviesan México se incrementó desde finales del 2018 y ello ha generado tensiones diplomáticas entre el Gobierno mexicano y el estadounidense.
Durante abril fueron deportadas cerca de 14.970 personas, una cifra que casi triplica los 5.717 con los que arrancó su mandato el presidente Andrés Manuel López Obrador, en diciembre.
Desde octubre de 2018, varias caravanas han ingresado al país procedentes de Centroamérica.
Según datos de las autoridades de El Salvador, la reunificación familiar, la búsqueda de mejores oportunidades económicas y la violencia criminal son los principales motivos de la migración irregular en este país. EFE