Uno de cada cinco inmigrantes mexicanos recientes tenía un título profesional en 2017
Lorena Toffer, es cofundadora de la escuela City Lab High School del Distrito Escolar de Dallas. (Rose Baca/DMN)
Fuente: http://www.aldiadallas.com / Obed Manuel
Más profesionales mexicanos están emigrando a Texas, pero muchos batallan para encontrar trabajo correspondiente a sus habilidades.
Actualmente en Estados Unidos viven unos 678,000 inmigrantes mexicanos con estudios universitarios, y de ellos, unos 185,000 radican en Texas, según un estudio de Migration Policy Institute.
Estos mexicanos se titularon en disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), ocupaciones especializadas y otras profesiones, cualidades en alta demanda, y algunos analistas del mercado laboral e inmigración creen que incorporarlos a la fuerza de trabajo podría ser clave para mantener andando el motor económico de Texas.
Pero muchos de esos inmigrantes enfrentan dos barreras: no hablan inglés o sus títulos y acreditaciones no son reconocidas en Estados Unidos.
Y en consecuencia, muchos están subempleados; no pueden ejercer.
El estudio dado a conocer el jueves encontró que estos mexicanos se concentran en cinco grandes áreas metropolitanas:
Houston-The Woodlands-Sugar Land: 39,000
Dallas-Fort Worth-Arlington: 33,000
El Paso: 24,000
McAllen-Edinburg-Mission: 21,000
San Antonio-New Braunfels: 18,000
Ariel Ruiz, analista de política asociado en MPI, dijo que estos hallazgos son una primera mirada de cómo está cambiando la población inmigrante mexicana en Estados Unidos.
En términos generales, la población mexicana con universidad es bastante mayor que en generaciones anteriores. El hecho de estén viniendo para acá está rompiendo el estereotipo de que todos los inmigrantes mexicanos son de baja calificación, dijo Ruiz.
Esta nueva ola de mexicanos está escribiendo un nuevo capítulo en la relación México-Estados Unidos. En 2017, uno de cada cinco inmigrantes mexicanos recientes tenía un título profesional.
En comparación, en el año 2000 la proporción era de uno de cada 10, y algunos están haciendo grandes inversiones en la economía texana.
El estudio de MPI también concluyó que la mayoría de los inmigrantes mexicanos titulados tienen por lo menos 25 años y están viviendo en Texas legalmente:
44% con ciudadanos naturalizados.
23% son residentes permanentes.
6% tienen visa temporal.
27% son indocumentados.
Pero hay dos factores que impiden a estos nuevos inmigrantes progresar: el dominio del idioma y que sus acreditaciones profesionales no son transferibles.
Los autores del estudio descubrieron que hay profesionales trabajando en la construcción o en restaurantes, lo que indicaría que muchos inmigrantes altamente calificados no están ejerciendo su profesión.
Y aunque esos empleos no tienen nada de malo, señala Luisa del Rosal, directora de Mission Foods Texas-Mexico Center en SMU, es mucho el potencial no aprovechado para Texas.
Del Rosal dijo que se tiene que hacer más para extender los cursos de aprendizaje del inglés a estos inmigrantes y que el estado reconozca sus títulos y certificaciones técnicas.
Añade que tiene que haber más estudios sobre cómo inciden estos inmigrantes en la economía.
¿Cual es su impacto económico? ¿Están comprando casas? Tenemos que responder estas preguntas para poder llegar a un planteamiento basado en hechos, dijo Del Rosal.
Lorena Toffer, de 41 años, arquitecta nacida en la Ciudad de México, se mudó a Estados Unidos en 2002 y cursó una maestría en arquitectura en Texas A&M University.
Después de graduarse, Toffer se quedó y ha trabajado en arquitectura desde entonces. Ya lleva 14 años viviendo en Dallas.
No era mi plan quedarme aquí mucho tiempo, pero cuando encontré un buen trabajo, eso me ayudó mucho a decidir que esto fuera permanente. Empecé a ver las oportunidades aquí y me quedé, dijo Toffer.
Vi la oportunidad de hacer algo no solo por mí sino por mi familia allá y la comunidad aquí.
Al no tener familia aquí y tras experimentar un choque cultural, su vida no fue fácil, dijo Toffer; pero se adaptó y ahora trabaja para AECOM, una firma multinacional de ingeniería y arquitectura.
Además fue cofundadora de City Lab High School, una escuela del DISD especializada en diseño y planeación urbana.
Estoy comprometida con esta comunidad y quiero seguir siendo una voz para el mejoramiento de Dallas.
Laura Collins, directora de George W. Bush Institute-SMU Economic Growth Initiative, dijo que este incremento de inmigrantes mexicanos altamente calificados concuerda con la tendencia migratoria reciente de todos los países.
El mismo Bush Center encontró que alrededor del 45% de los inmigrantes desde 2010 tenían por lo menos una licenciatura.
Cada vez que viene un grupo de inmigrantes con alto nivel educativo es algo positivo para la economía local. En general, las personas con licenciatura tienden a ganar más a lo largo de su vida, expuso Collins.
Tienen más ahorros y gastan más; inyectan más al sistema de lo que toman.
Collins agregó que lo mejor para el estado es que busque la forma de incorporar a estos inmigrantes porque pueden aportar económica y cívicamente al estado a largo plazo.
“La inmigración es una vía en dos sentidos. Tenemos que ver qué podemos hacer por los inmigrantes y qué harán ellos mismos para salir adelante”, dijo.