Legislador texano dice que las vacunas “son hechicería»
Jonathan Stickland, legislador republicano en el Parlamento de Texas, sostuvo una agria una disputa en Twitter con el doctor Peter Hotez, docente de la Facultad de Medicina de Baylor.
Jonathan Stickland afirma que los “derechos de los padres” están por encima de la ciencia.
Según informara el periódico Houston Chronicle, Hotez publicó comentarios donde lamentaba el aumento de los casos considerados exentos de la obligación de vacunarse, algo que «pone en peligro a los niños para el beneficio económico de grupos de interés». Stickland acusó a Hotez de hipocresía y sugirió que el derecho de los padres a rechazar las vacunas debe considerarse primordial.
«Tú estás comprado y pago por los mayores grupos de interés en la política», le respondió Stickland a Hotez en la red social. «Hazle un favor a nuestro estado y ocúpate de tus asuntos. Los derechos de los padres son más importantes para nosotros que la ‘ciencia’ con la que te enriqueces», prosiguió.
El profesor rechazó firmemente esos cargos. «No recibo ni un centavo de la industria de las vacunas», escribió. «Desarrollo vacunas contra enfermedades desatendidas para las personas más pobres del mundo. Y como pediatra y científico de Texas, ciertamente eso es asunto mío», escribió.
Hotez también dijo que consideraba terrible recibir «una acusación tan extravagante de parte de un miembro de la Cámara de Representantes de Texas «.
Sin embargo, el político se negó a dar el brazo a torcer. «Engaña a los consumidores con tu brujería con tus propios recursos, como cualquier otro negocio. Deja de usar la mano dura del gobierno para hacer que tu negocio sea rentable gracias a vacunaciones obligatorias. Es asqueroso», atacó
Otros usuarios de Twitter comenzaron a enviar mensajes de apoyo a Hotez, quien luego agradeció a todos quienes lo respaldaron «Nunca pensé que vería a un legislador de Texas lanzar un ataque personal infundado. Es hora de aplicar algunas normas éticas (y de la supervisión de un adulto) «, escribió con sarcasmo.
El docente le dijo a la revista Newsweek que Texas está en una «situación grave», con más de 64,000 niños a los que se les negaron las vacunas «debido a que un lobby agresivo contra las vacunas retuvo importantes cifras en dólares en fondos de Comités de Acción Política (PAC)».
«Parece que hay algunas manzanas podridas en la legislatura capaces de hacer casi cualquier cosa por esos fondos, incluso poner en peligro a los niños y atacar a pediatras y profesores de medicina. Esperemos que el orden y la decencia se restauren pronto», deseó el profesional
Asimismo, señalo que los antivacunas están recibiendo un gran impulso gracias a la defensa de su causa por parte de Robert F. Kennedy Jr., el hijo del candidato presidencial asesinado Robert F. Kennedy, quien encabeza una de las organizaciones antivacunas de Texas
Stickland, quien se autodefine como «republicano cristiano conservador y amante de la libertad y el republicanismo», fue consultado por la citada revista acerca del tema, pero no brindó respuestas.
El escepticismo respecto a la vacunación es una tendencia creciente en los EE. UU. y en muchas otras partes del mundo. Las teorías de conspiración infundadas alegan, entre otras cosas, que las vacunas pueden causar autismo y otros problemas de salud en los niños. El supuesto vínculo entre las vacunas y el autismo fue propagado por Andrew Wakefield, cuyo estudio de 1998 afirmaba una relación entre ambas cosas que, y que fue desacreditada y retirada. Wakefield fue despojado más tarde de su licencia médica.
Los efectos de esta moda antivacunas ya son tangibles y perniciosos. El sarampión, por ejemplo, erradicado de EEUU en el año 2000, volvió con el mayor brote de los últimos 25 años, con 704 casos identificados en 22 estados en 2019 hasta el momento .
Más de 500 de los infectados no habían sido vacunados contra la enfermedad, mientras que más de un tercio de los casos involucraban niños menores de 5 años.
La tendencia de los Estados Unidos se está replicando en muchas naciones. El CDC dijo que alrededor de 7 millones de casos de sarampión ocurren en todo el mundo cada año, y que desde 2016 la tasa de infección ha aumentado en cinco de las seis regiones en las que divide el planeta la Organización Mundial de la Salud.