Los salarios de los trabajadores sindicalizados en México podrían subir alrededor de 17,2%, en promedio, como consecuencia de la implementación de medidas para reforzar la negociación colectiva de los sueldos, tal y como exige el T-MEC, y está contemplado en las reformas a la Ley Federal del Trabajo por ser votadas en el Senado mexicano.
En el 2018, las exportaciones de mercancías de Estados Unidos al mercado mexicano se incrementaron 9%, para llegar a US$265.010 millones; en tanto que las exportaciones de México a su vecino del norte subieron 10% a US$349.638 millones.
Fuente: https://www.americaeconomia.com
La tasa de sindicalización, que hoy no pasa de 15% en México, también podría incrementarse, prevé la Comisión de Comercio Internacional de EE.UU. en su informe sobre el impacto del nuevo acuerdo comercial.
El Tratado entre México Estados Unidos y Canadá (T-MEC) traerá un incremento en los salarios de los trabajadores sindicalizados y un aumento en el porcentaje de afiliados a sindicatos en México, proyecta el informe sobre el impacto del acuerdo comercial elaborado por la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos (USITC, por su sigla en inglés), dependiente del Congreso de Estados Unidos.
Los salarios de los trabajadores sindicalizados en México podrían subir alrededor de 17,2%, en promedio, como consecuencia de la implementación de medidas para reforzar la negociación colectiva de los sueldos, tal y como exige el T-MEC, y está contemplado en las reformas a la Ley Federal del Trabajo por ser votadas en el Senado mexicano. Para Estados Unidos, también habría un incremento, en este caso marginal, de 0,27%.
El documento entregado a los legisladores de Estados Unidos para la discusión del T-MEC no adelanta cifras en cuanto al aumento de la tasa de sindicalización, pero utiliza como referencia los trabajos del Inegi para ofrecer una idea de lo que es la afiliación a sindicatos en México. El porcentaje de sindicalización en México era de 14,5% en el 2017, de acuerdo al Inegi. La pertenencia a sindicatos va de 50% en el caso de los trabajadores en el sector público hasta 0,2% para los trabajadores agropecuarios
El capítulo laboral, número 23 del T-MEC, es uno de los más relevantes por ser un tema que tradicionalmente importa a los legisladores demócratas. Establece obligaciones de proteger los derechos sindicales, para los tres países de la región América del Norte. Estas obligaciones buscan garantizar que ninguno de los países socios gane competitividad mediante el incumplimiento de las normas de protección a los trabajadores. Pone énfasis en la libre afiliación de los trabajadores y en la protección y reforzamiento de los derechos de negociación colectiva de los trabajadores. Compromete además a los países para evitar la discriminación de los trabajadores y exige protección efectiva de los trabajadores migrantes, además de establecer mecanismos de cooperación y consulta entre los tres países.
En el 2018, las exportaciones de mercancías de Estados Unidos al mercado mexicano se incrementaron 9%, para llegar a US$265.010 millones; en tanto que las exportaciones de México a su vecino del norte subieron 10% a US$349.638 millones.
El documento, liberado la semana pasada, por la USITC, deja claro que el impacto esperado no ocurrirá si no hay un esfuerzo significativo para la implementación de lo acordado. Expresa también un claro escepticismo sobre la vía legal para resolver las disputas. Pone el ejemplo de juicios contra Bahrein y Guatemala, que se han prolongado más de seis años.
Las provisiones del T-MEC en materia laboral implican un cambio radical respecto a la forma en que el mundo del trabajo se encuentra en el TLCAN. Para este acuerdo firmado en 1993, lo laboral está en un anexo, conocido como North American Agreement on Labor Cooperation (NAALC). El T-MEC revisa esas obligaciones, las clarifica y las refuerza. Un ejemplo de los cambios es que en el TLCAN se hacía referencia a un compromiso de “mantener altos estándares laborales”, mientras que el T-MEC exige a los países ratificar su compromiso con las normas de la Organización Internacional del Trabajo.
Otra diferencia significativa, entre el T-MEC y el TLCAN es que todas las obligaciones en materia laboral serán materia de procesos de resolución de disputas similares a los que tienen otros temas del acuerdo comercial. En el TLCAN, sólo cabían temas como trabajo infantil o violaciones graves a normas de salud y seguridad laboral. El T-MEC incluye el derecho de Estados Unidos de prohibir la entrada de mercancía que hubiera sido producida total o parcialmente en condiciones laborales que no correspondan a lo establecido en el acuerdo.
La semana pasada se aprobó en la Cámara de Diputados el dictamen que reforma la Ley Federal del Trabajo, con el propósito de garantizar el derecho a la negociación colectiva en México. Entre los cambios planteados figuran mecanismos para fortalecer la democracia sindical, mejorar la procuración de justicia laboral —a través de la creación de juzgados especializados— e instituir la transparencia sindical, a través de la creación de un órgano autónomo para el registro de sindicatos y contratos colectivos.
El T-MEC tendría un impacto moderado en México, prevé la USITC. El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) tendría un bajo impacto para la economía mexicana considerando las conclusiones de un análisis de la Comisión Internacional de Comercio (USITC, por su sigla en inglés) y las tendencias del comercio exterior regional en los últimos años. Las exportaciones estadounidenses a Canadá y México aumentarían acumuladamente en US$19.100 millones (5,9%) y US$14.200 millones (6,7%), respectivamente, según cálculos de la USITC.
Al mismo tiempo, las importaciones estadounidenses desde Canadá y México escalarían en US$19.100 millones (4,8%) y US$12.400 millones (3,8%), respectivamente.
El modelo estima que el acuerdo probablemente tendría un impacto positivo en todos los sectores industriales generales dentro de la economía de Estados Unidos. La manufactura experimentaría las mayores ganancias porcentuales en producción, exportaciones, salarios y empleo, mientras que, en términos absolutos, los servicios experimentarán las mayores ganancias en producción y empleo.
Las tasas de crecimiento del comercio regional estimadas por las USITC, que serían como efecto total del T-MEC en el conjunto de años en que entren todos su cambios, son menores que, por ejemplo, las tasas en que crecieron los flujos del comercio de mercancías entre México y Estados Unidos en el año pasado.
En el 2018, las exportaciones de mercancías de Estados Unidos al mercado mexicano se incrementaron 9%, para llegar a US$265.010 millones; en tanto que las exportaciones de México a su vecino del norte subieron 10% a US$349.638 millones.
El modelo de la USITC estima que el T-MEC elevaría el PIB real de Estados Unidos en US$68.200 millones (0,35%) y el empleo en Estados Unidos en 176.000 empleos (0,12%). El modelo estima que el T-MEC probablemente tendría un impacto positivo en el comercio de los Estados Unidos, tanto con sus vecinos como con el resto del mundo.