La instantánea, de John Moore, simboliza las familias migrantes separadas por la Administración Trump
La niña Yana, de Honduras, llora mientras su madre, Sandra Sánchez, es cacheada por un policía estadounidense de fronteras en McAllen (Texas). JOHN MOOREGETTY IMAGES
Fuente: https://elpais.com / Isabel Ferrer
Niña llorando en la frontera. Así se titula la mejor fotografía del año según el concurso World Press Photo 2019. La hizo el estadounidense John Moore para la agencia Getty cuando un policía de fronteras en McAllen (Texas) cacheaba, el 12 de junio de 2018, a Sandra Sánchez, de Honduras, y madre de Yana, de dos años. La imagen se convirtió en el símbolo de las familias migrantes separadas por orden de la Administración del presidente de EE UU, Donald Trump. “Informa de lo ocurrido y al mismo tiempo te hace sentir partícipe. Muestra otro tipo de violencia, la psicológica”, ha dicho Alice Martins, miembro del jurado.
Según el Servicio de Protección de Fronteras de EE UU, madre e hija no fueron separadas, como ocurrió con otros cientos de niños. Sin embargo, la fuerza de la escena es tal que tuvo repercusión internacional. Como otros inmigrantes latinoamericanos, Sandra y Yana llevaban viajando un mes para llegar a México. Su intención era pedir asilo en EE UU, pero la política del presidente Trump acabó apartando a los niños de los mayores.
Moore, el fotógrafo premiado, lleva una década plasmando la crisis de los migrantes en el continente. Explicó a The Washington Post que la noche del 12 de junio los agentes estaban apostados en la orilla norte del Río Grande. “No había luna y era muy difícil hacer fotos”, dijo.
Él ya sabía que en lugar de una petición de asilo a los migrantes les esperaba un centro de detención. “Ellos lo ignoraban y se les oía acercarse en lanchas”. De repente, los guardas de frontera les iluminaron y Moore comprobó que se trataba en su mayoría de mujeres y niños. Cuando cachearon a Sandra, su hija se echó a llorar desconsolada. Luego las metieron en una camioneta y desaparecieron.
Este año se cumple la 62ª edición de la competición y la fundación holandesa que otorga los galardones ha estrenado uno nuevo: la Historia fotográfica del año. Lo ha ganado el holandés Pieter ten Hoopen, por Caravana de Migrantes. Es una serie que documenta el viaje de unas 7.000 personas, entre ellas 2.300 niños, según la ONU, salidos de Honduras, El Salvador y Guatemala rumbo a Estados Unidos.
Ten Hoopen forma parte de la Agencia Vu, de París. Él quería «mostrar lo que supone ir en busca de una nueva vida». En su caso, Yumi Goto, otro miembro del jurado, asegura que ha conseguido «dar una gran dignidad al trabajo, que refleja el significado de la esperanza».
En la categoría de Temas Contemporáneos, en el apartado de series, la francoespañola Catalina Martín Chico ha ganado el segundo premio por su visión de los hijos y las exguerrilleras de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). El australiano Chris McGrath se ha llevado el primer premio de Noticias de Actualidad por mostrar la nube de fotógrafos concentrados a las puertas de la Embajada de Arabia Saudí, en Estambul, tras la desaparición del periodista Jamal Khashoggi.
Esta vez, los organizadores de World Press Photo han recibido 78.801 imágenes tomadas por 4.738 fotógrafos de 129 países. Los dos ganadores principales, por la Foto y la Historia del año, recibirán 10.000 euros de premio cada uno. Todas las imágenes seleccionadas serán exhibidas en la Iglesia Nueva, de Ámsterdam, a partir de este sábado. La muestra viajará luego por 45 países y 100 ciudades.