El presidente, Donald Trump, dijo el miércoles que Rusia “tiene que salir” de Venezuela, en referencia a los militares rusos que llegaron este fin de semana al país caribeño, durante una reunión con Fabiana Rosales, la esposa del presidente interino venezolano, Juan Guaidó.
El presidente Donald Trump se reune con Fabiana Rosales de Guaido, esposa del presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, en la Casa Blanca, en Washington, DC, el 27 de marzo del 2019. SAUL LOEB AFP/GETTY IMAGES
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“Rusia tiene que salir”, afirmó Trump al ser preguntado al respecto.
El pasado domingo, dos aviones militares rusos aterrizaron en el aeropuerto internacional de Maiquetía, el principal de Venezuela y que sirve a Caracas, y según el diario El Nacional, a bordo había unos 100 militares.
El Departamento de Estado estadounidense advirtió el lunes de que no se quedará “de brazos cruzados mientras Rusia exacerba las tensiones en Venezuela”, pero Moscú ha defendido la legalidad de su cooperación militar con el gobierno de Nicolás Maduro, al que EEUU y otro medio centenar de países consideran ilegítimo.
Preguntado el miércoles acerca de qué puede hacer Washington para aumentar la presión sobre Maduro, Trump respondió: “Ahora mismo tienen mucha presión, no tienen dinero, no tienen petróleo, no tienen nada. Tienen mucha presión ahora mismo, así que, ya veremos”.
“Fuera de lo militar, no se puede alcanzar más presión de la que ya tienen”, agregó el mandatario, que reiteró que mantiene “todas las opciones abiertas”.
Trump pareció contradecir así sus propias declaraciones de la semana pasada, cuando afirmó que su gobierno “todavía” no había recurrido a unas “sanciones realmente duras” contra Maduro, y que aún tenía esa herramienta disponible si veía necesario aumentar la presión.
El presidente lamentó que Maduro “no acepte la ayuda” humanitaria que Estados Unidos ha posicionado en las fronteras de Venezuela, lo que consideró que “no es bueno desde un punto de vista político, ni siquiera desde el punto de vista de un dictador”.
“Él [Maduro] prefiere que su gente se muera de hambre que recibir la ayuda”, sentenció.
El vicepresidente Mike Pence también habló sobre la llegada de militares rusos a Venezuela durante su propia reunión con la esposa de Guaidó, que se produjo justo antes de que Rosales se desplazara al Despacho Oval para un encuentro con Trump y su hija, Ivanka, que no se había anunciado con antelación.
“Estados Unidos ve la llegada de aviones militares este fin de semana [a Venezuela] como una desafortunada provocación. Hoy llamamos a Rusia a detener todo su apoyo al régimen de Maduro, respaldar a Juan Guaidó y mantenerse del lado de las naciones en todo el continente hasta que se restaure la libertad”, indicó Pence.