La verdadera historia de la felicidad
La verdadera historia de la felicidad
Cuenta la leyenda que hace mucho, mucho tiempo los dioses se reunieron y decidieron que querían poner a prueba a todos los seres humanos. Uno de ellos propuso que un juego divertido sería esconderles la felicidad. Todos aplaudieron la iniciativa y empezaron a pensar dónde podrían ocultarla.
Uno de ellos dijo: En la cima de la montaña más alta
Otro: En lo más profundo del océano
Hasta que uno de los dioses, pensativo, exclamó: ¿Y si la escondemos en el interior de su corazón?
Desde entonces los seres humanos estamos buscando la felicidad que tenemos dentro en cosas externas, que en realidad, jamás nos harán plenamente felices.
¿Qué es la felicidad?
Si me lo hubiesen preguntado tan sólo hace un año, hubiese respondido: “Un estado de dicha constante”.
Ahora sé que eso no es verdad. Es improbable estar feliz todo el tiempo, y encapricharse de la idea de que eso es verdad, puede llevarte a ser más infeliz todavía.
Hace algún tiempo tuve el privilegio de hacerle una entrevista al coach Sergio Fernández para mi próximo libro en la que le pregunté: “¿Cuál es nuestro miedo más profundo?” a lo que él me contestó: “El miedo a la vida”.
¿Y qué es realmente la vida?
Desde aquel momento mi cabeza no dejaba de reflexionar hasta que por fin analicé y deduje: La vida es un conjunto de sucesos, alegrías, penas, salud, enfermedad, riqueza, pobreza… Y si de manera objetiva eso es la vida ¿Por qué insistimos en repudiar una parte de ella? En dejar de amarla tal y como es y pretender cambiar aquello que el milagro de la naturaleza nos da. Sé que es muy duro escuchar esto cuando estás enfermo, te acabas de separar o estás pasando por algún momento difícil, pero caer en victimismo y querer cambiar lo que te sucede a toda costa cuando algo ya no tiene solución, no sirve de nada. No permitirnos aceptar que este mundo es así, con sus cosas buenas y sus cosas malas nos produce frustración. Queremos que todo en nuestra vida sea perfecto: Tener una pareja con la ser feliz, un trabajo donde me valoren y gane buen dinero, que mis hijos crezcan y estén bien de salud, queremos parecer jóvenes, estar en buena forma y además tener la casa completamente ordenada y sin un ápice de polvo. Tener la convicción de que eso es la felicidad puede llevarnos a elevar nuestros niveles de estrés al infinito. Nos han contado la historia de que necesitamos tener el móvil de última generación ,conducir un buen coche y salir de vacaciones para ser felices ¿Pero de qué sirve todo eso si no tienes paz en tu corazón? Y ahora me preguntarás ¿Y cómo consigo eso? La respuesta es simple, sabiendo que la verdadera felicidad consiste en aceptar lo que nos entrega el día a día, no para resignarnos, sino para aprender el mensaje que esto nos trae y convertirnos en mejores personas. Tomar decisiones diferentes, elegir hacer de cada tropiezo una enseñanza, y si es posible, cambiar tu situación y tu perspectiva. Comienza a amar esas pequeñas-grandes cosas que hacen que la vida sea maravillosa como el atardecer, la brisa del aire…Enfócate en lo que tienes, disfrútalo, valoralo y verás cómo un mundo nuevo se te presenta. Tan sólo dentro de ti tienes tienes el poder de utilizar las herramientas que te ayudarán a impulsarte hacia una nueva vida. Escucha tu corazón, en el fondo sabes qué es lo que tienes que hacer.
Catalina Davis.
www.catalinadavismethod.com