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El objetivo de la orden, que será firmada durante una reunión con ejecutivos del sector manufacturero del país en la Casa Blanca, es impulsar la fabricación en Estados Unidos, un esfuerzo continuo de la administración Trump.
Peter Navarro, director del Consejo Nacional de Comercio de la Casa Blanca, dijo a reporteros durante una conferencia telefónica que las políticas están ayudando a los trabajadores que «son obreros, gente de Trump». Más tarde Navarro corrigió esa afirmación, diciendo que «cada estadounidense es una persona de Trump» porque las políticas económicas del presidente afectan a todos.
Afirmó Navarro, que la orden afectaría la asistencia financiera federal, que incluye todo, desde préstamos y subvenciones hasta seguros y subsidios de intereses. Indicó que unas 30 agencias federales otorgan más de $ 700 mil millones en ayuda de ese tipo cada año. Se alentará a los beneficiarios que trabajen en proyectos como puentes y sistemas de alcantarillado a utilizar productos estadounidenses.
La orden ejecutiva presidencial indicará al jefe de cada departamento y agencia federal que administre un nuevo programa para alentar a los beneficiarios de los nuevos contratos federales a usar hierro, aluminio, acero, cemento y otros productos manufacturados en EE.UU., dijo la Casa Blanca.
El director del Consejo Nacional de Comercio de la Casa Blanca, dijo que «Comprar americano» tiene un apoyo bipartidista muy fuerte y que la orden ejecutiva está diseñada «para cerrar las brechas en la cobertura».
Navarro recordó que «durante la campaña, el presidente prometió que fortalecería la base de manufactura, los recortes de impuestos, la desregulación, la nivelación del campo de juego comercial. Son reglas … comprar americano y contratar estadounidenses».
Enfatizó con cifras, que la fabricación en Estados Unidos durante la administración del expresidente Barack Obama «tuvo una pérdida neta de 192.000 empleos de fabricación; mejoró un poco en los últimos dos años de la administración de Obama, se crearon 73.000 empleos, empequeñecido por los primeros dos años de la administración de Trump, se crearon casi 500.000 empleos de fabricación».
Cuando se le preguntó por la compra de acero estadounidense y si esto ocasionaría un aumento de precio de los proyectos, señaló que «lo que está sucediendo es un esfuerzo diseñado para reactivar la vida de la industria … la afluencia de nuevas inversiones».