La creadora de este programa se llama Mary Gordon y es educadora, emprendedora social y experta en crianza.
Fuente: https://www.muyinteresante.com.mx
Así como lo lees… en varias partes del mundo bebés menores de un año están invadiendo las aulas para enseñar a los alumnos a combatir el acoso escolar. Es parte de un programa llamado “Raíces de empatía” que nació hace 20 años en Canadá.
En Canadá este programa ya se aplica en 1,400 escuelas primarias. Además, se ha implementado en 11 países más, incluido Costa Rica, el único país latinoamericano que participa.
Aprendiendo sobre las emociones
Si estuvieras en Canadá esto es lo que pasaría. Llegas a tu salón de clases, minutos después entra una mujer o un hombre con un bebé, este pequeño viste una playera que dice “profesor”.
Todos forman un círculo y cantan una canción para darle la bienvenida. Se coloca al bebé en una superficie y los niños interactúan con él, algunos le hacen cosquillas, otros juegan con sus pies y hay quienes le hacen gestos.
Una instructora va pidiendo a los alumnos que observen diferentes cosas en el bebé, por ejemplo, cómo se comunica o cómo creen que se siente. Así, los niños no solo responden lo que se les pregunta sino también hablan de sus sentimientos y emociones.
Las exitosas pruebas
Según algunas investigaciones, después de 27 semanas que dura el programa (de las cuales los bebés solo participan en nueve) los alumnos se llevan mejor con otros y se vuelven menos agresivos.
Incluso un estudio mostró que 88% de los alumnos que tenían tendencia a cometer acoso escolar redujeron sus comportamientos abusivos. También se demostró que los beneficios del programa se seguían sintiendo tres años después de terminado el programa, ya que se generan cambios a nivel neuronal.
Los bebés hacen que los niños se pongan en su lugar y los quieran cuidar porque son pequeños e indefensos. ¿Tú qué harías?
También los niños aprenden que si el bebé está triste, le pueden cantar para alegrarlo, así es como descubren que pueden lograr que otra persona se sienta mejor.
Y fue asombroso ver que los bebés se sentían más atraídos a niños que tenían problemas de comportamiento. ¿Por qué crees que es así?