Según detalla la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, el niño de 8 años comenzó a mostrar signos de «una posible enfermedad» el lunes mientras estaba bajo custodia de los agentes fronterizos.
Niños y adolescentes ilegales permanecen detenidos en la estación de la patrulla fronteriza en McAllen, Texas. foto EDH / archivo
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La Cancillería de Guatemala solicitó hoy una investigación “clara” y en “resguardo” del debido proceso acerca de la muerte del segundo menor en menos de un mes bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza del país norteamericano.
En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores guatemalteco indicó que “agentes de la Patrulla Fronteriza informaron del lamentable fallecimiento de un menor de origen guatemalteco”, de 8 años de edad, en Alamogordo, Nuevo México.
La causa de la muerte “está en investigación”, sostuvo la Cancillería, que ya pidió una respuesta acerca de la muerte el 8 de diciembre de la menor Jakelin Caal Maquín, quien 48 horas después de haber sido detenida junto a su padre en la frontera de EE.UU. murió en similares condiciones.
La directora de Comunicación Social de la Cancillería, Marta Larra, afirmó que aún no tienen los datos de los nombres y comunidad de origen del menor fallecido este martes -día de Navidad- ni del padre de éste y que “por protección a la familia no podemos darlos, a no ser que ellos autoricen”.
A principios de mes, una niña de siete años, también de Guatemala, murió bajo custodia de las autoridades del país del norte
En el comunicado, Exteriores afirma que también fueron solicitados los informes médicos que se practiquen “para esclarecer la muerte del menor”.
Según el texto, Cancillería tiene conocimiento de que el menor ingresó a territorio estadounidense acompañado de su padre por El Paso, en el Estado sureño de Texas el 18 de diciembre y que el 23 de diciembre fueron trasladados a la estación de la Patrulla Fronteriza en Alamogordo.
El cónsul de Guatemala en Phoenix, Óscar Padilla Lam, “está ya en el seguimiento de este hecho y se ha trasladado hasta el lugar donde está a la espera de poder entrevistar al padre del menor, para poder conocer su versión de los hechos”, sostuvo el comunicado.
La canciller guatemalteca, Sandra Jovel, “ha instruido atender este caso con la mayor diligencia posible”, agrega la información difundida la tarde de este martes en la que Cancillería subraya que brindará “toda la asistencia y protección consular necesaria al padre, así como se hará cargo del proceso de la repatriación de los restos del menor hacia Guatemala”.
Según detalla la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) en un comunicado, el niño de 8 años comenzó a mostrar signos de “una posible enfermedad” el lunes mientras estaba bajo custodia de los agentes fronterizos.
Uno de los agentes observó que el niño no se encontraba bien y, a continuación, fue trasladado con su padre al hospital Gerald Champion Regional, en la ciudad de Alamogordo, que se encuentra en el estado de Nuevo México y en el desierto de Chihuahua.
Una vez en el hospital, los médicos determinaron que el niño sufría un resfriado común y, cuando iban a darle el alta, se dieron cuenta de que tenía fiebre.
De esa forma, el menor estuvo en el centro médico otros 90 minutos en observación y, finalmente, el equipo médico le dio el alta en la tarde del lunes y le prescribieron ibuprofeno y amoxicilina.
Anoche, el pequeño comenzó a tener náuseas y vómitos, de forma que los agentes migratorios decidieron volver a trasladarlo al hospital Gerald Champion Regional, donde el niño murió poco después de la media noche, lo cual fue notificado al Departamento de Seguridad Nacional y al Congreso de EE.UU., así como al inspector de su departamento.