No todos los países hispanos cuentan con las mismas tradiciones navideñas; sin embargo, la esencia de la festividad permanece. Es una época de felicidad, de reflexión, de compartir y de pasarla junto con los seres amados. Las costumbres varían, pero en la mayoría de las naciones hispanas, la Navidad es una celebración religiosa.
Colombia, oficialmente da inicio a la celebración de Nochebuena con la festividad del Día de las Velitas, el 7 de diciembre, víspera de la celebración de la Inmaculada Concepción. Por ser un país mayormente católico, según el Anuario Pontificio (2017), el país tiene 45.3 millones de bautizados en esta religión, la festividad se centra en el aspecto cristiano.
Entre los preparativos típicos de la fecha, ya sea arreglos de la casa o compras de regalos, los colombianos entonan rezos populares de la época como la ‘Novena de Aguinaldos’, una oración que se recita durante los nueve días previos a Navidad.
La víspera de las fiestas coincide con el último día de la novena, cuando las familias se reúnen para preparar la cena navideña.
En las delicias culinarias de Colombia, para decorar la mesa y degustar, siempre habrán unos ricos buñuelos, galletas, natilla, hojaldre, tamales, lechona, ensalada con encurtidos y café.
NACATAMAL EN MENÚ
En Nicaragua, la Navidad huele a nacatamal (un tamal hecho de harina de maíz, pollo o cerdo, papas, cebollas, arroz y hierbabuena, envuelto en hojas de plátano), gallina rellena, pierna de cerdo y, por supuesto que a relleno navideño: carne de pollo, de cerdo, aceitunas, ciruelas, alcaparras, cebolla, apio, vino cóndor, leche, mostaza, pasas, uvas y mantequilla; una receta infaltable en los comedores nicaragüenses,
Algunas familias se van por lo tradicional y preparan pollo al vino, baho y arroz a la valenciana.
YOLANDA ANDRADE
PERÚ
En este país centroamericano, antes de las fiestas navideñas se celebran misas en honor al niño Dios. Se inician el 15 de diciembre y finalizan el 24 a media noche, con la llamada Misa del Gallo. Estas concentraciones religiosas se realizan a las cuatro de la mañana en las Iglesias católicas de todo el país.
El 24 de Diciembre gira en torno a la cena de Nochebuena, las familias se reúnen al igual que en Colombia, a prepararla.
‘Es un momento de alegría, de recordar al Hijo de Dios y de compartir en familia. No importa lo que no haya en cuanto a las cosas materiales, lo más valioso para nosotros es poder estar con nuestros seres amados y aunque muchos tenemos familiares lejos, que han tenido que migrar, tratamos de dar y recibir alegría utilizando los medios de comunicación’, asegura Kathia López, nicaragüense residente en Panamá y quien anualmente viaja a su país a celebrar la fecha.
CONVIVENCIA FAMILIAR
De igual manera, los peruanos centran la fecha en la convivencia familiar.
Como en la mayoría de países, en Perú se comienza con los preparativos de Navidad semanas antes. La compra de regalos, en especial para los niños, es de relevancia, al igual que las numerosas celebraciones en parques y plazas, donde amigos y familias se reúnen para escuchar coros de niños y adultos interpretando villancicos.
En cuanto a la gastronomía, ‘en Perú lo típico, porque hasta lo regalan a los trabajadores en las diferentes empresas, es el pavo; y si es criollo, mucho mejor. El pavo siempre va acompañado de una ensalada, ya sea rusa, de verduras o agridulce, y también de tallarines o arroz tapado, a la jardinera o arroz árabe’, dice Yolanda Andrade Gutiérrez.
En la mesa peruana no puede faltar el panetón (una especie de pan dulce en forma de cúpula) ni el café.
UN BRINDIS POR LA PAZ
Al igual que en Colombia, Perú y Nicaragua, en Venezuela la Navidad es motivo de brindis por la paz y la prosperidad e interpretación de música especial.
En la celebración resalta la Paradura del Niño, también llamada Robo y búsqueda del Niño.
En algunas regiones del país una persona roba la figura de Jesús y la esconde. Tras varios días de búsqueda, Jesús es devuelto y se celebra su aparición.
Alegría, regocijo y villancicos acompañan a la Paradura del Niño.
Durante todo el mes de diciembre en los parques, plazas y vecindarios resuenan las gaitas zulianas acompañadas de letras alusivas a la fecha y también de protesta.
El momento cumbre del festejo es la media noche del 24 de diciembre, cuando se realiza la cena familiar. En esta podrá faltar algún dulce o carnes, pero nunca la hallaca, tamal típico que consiste en una masa de harina de maíz sazonada con caldo de gallina o de pollo. Este es acompañado con pernil o pollo.
Sin duda las fiestas decembrinas unen a las familias en paz, armonía y amor. Aunque haga falta aspectos materiales, haya desazones emocionales o llegue la melancolía, lo importante es centrarse en lo positivo de la vida, ser feliz y dar alegría, sobre todo al que más la necesite.