Caso abierto. ¿Cómo y de qué murió Jakelin Caal Maquin?
Esta niña guatemalteca, que cumplió los siete años sólo cinco días antes de ser detenida junto a su padre por los agentes de aduanasen el desierto de Nuevo Mexico, se ha convertido en el símbolo de lo que se ha calificado como la crisis humanitaria de la frontera estadounidense.
Esta semana se supo que Jakelin falleció el pasado día 8, después de que ella formara parte de un contingente de unos 160 inmigrantes que se habían entregado a los policías federales dos días antes.
Según la nota oficial, la niña falleció ya bajo custodia de la Agencia de Aduanas y Fronteras por deshidratación, tras “varias jornadas sin comer o beber agua”.
Sin embargo, Nery Gilberto Caal Cruz, el padre, emitió este sábado un comunicado en el que disputa esta versión. “En todo momento procuré que ella se alimentara y dispusiera de suficiente agua”, afirmó en un comunicado que leyó públicamente Rubén García, director en El Paso de la Annunciation House, albergue en el que han acogido a Nery y que atiende a aquellos que cruzan la frontera sin documentos. En ese comunicado también se indicó que Jakelin presentaba buena salud cuando fue detenida.
La Administración Trump culpa “al peligro en el camino”, pero el padre dice que viajaron en autobús
La familia de la niña ha pedido “una investigación transparente y neutral” para aclarar el caso. Importantes legisladores demócratas apoyan esta petición y el escrutinio del trato a los menores en custodia. Aún se desconoce el resultado de la autopsia, pero la administración Trump ya ha declinado cualquier responsabilidad por su política migratoria, ha puesto el peso de la culpa en el padre y ha utilizado esta tragedia para desanimar a otros migrantes. Kirstjein Nielsen, secretaria de Seguridad Interior, acusó en la cadena Fox a esta familia de “cruzar ilegalmente” y sostuvo que la muerte de Jakelin “es un ejemplo muy triste de los peligros de emprender este viaje”.
García replicó que padre e hija realizaron la mayor parte del recorrido en autobús. “Sólo intentaban huir de una situación de peligro en su país. Nuestras leyes dicen que la gente tiene el derecho de llegar a nuestra frontera y pedir protección”, recordó.
Fueron apresados en un lugar remoto. Padre e hija esperaron cuatro horas a que llegara un autobús del Gobierno estadounidense para trasladarlos a un centro de detención. Allí no había ninguna atención médica. Pero al padre le hicieron firmar un formulario escrito en inglés, del que no entendía nada, en el que aceptó que su hija gozaba de buena salud. Su primer idioma es una lengua maya.
Una vez en el autobús, el padre comunicó que su hija vomitaba y sufría espasmos. Fuentes oficiales citadas por la cadena NBC indicaron que hubo una demora de 90 minutos hasta que recibió atención sanitaria. Un helicóptero la trasladó finalmente a un hospital infantil en El Paso (Texas), donde sufrió un paro cardiaco. Aunque los médicos lograron reavivarla, la pequeña falleció poco después.