El senador republicano cuenta con el apoyo de la maquinaria electoral del governador Greg Abbott
La infraestructura del gobernador Greg Abbott moviliza votantes republicanos y está al servicio de Ted Cruz. AP
Fuente: http://www.aldiadallas.com
Las posibilidades de Beto O’Rourke de desbancar al senador republicano Ted Cruz dependen de un masivo trabajo de campo concebido para llevar más electores progresistas a las urnas.
En contraste, Cruz ha encargado su labor de campaña al gobernador de Texas Greg Abbott, quien ha puesto en marcha una máquina de movilización de electores para impulsar no solamente su candidatura sino a toda la planilla republicana.
El éxito o fracaso de las operaciones de campo de los candidatos al Senado podría decidir la carrera más reñida de la boleta en Texas.
Y a los demócratas los envuelve una intriga aparte.
La maquinaria de campo de O’Rourke ha sido catalogada como el intento de movilización de electores más grande realizado por un demócrata texano.
La campaña de Barack Obama para ganar las primarias en Texas en 2008 fue más intensa pero en un periodo más corto.
El resultado de esta carrera contra Cruz indicará qué tanto han avanzado los demócratas en su esfuerzo por pelear el estado a los republicanos.
“Esta elección va a determinar el rumbo que tome la política en Texas”, dijo Mark Jones, experto en ciencias políticas de Rice University.
“Si Beto O’Rourke se le acerca a un dígito, querrá decir que un candidato demócrata carismático con una organización efectiva puede competir en unas elecciones en Texas, y eso daría grandes esperanzas a los demócratas. Los donantes invertirían para volcar el estado a los demócratas”.
Pero, advierte Jones, si O’Rourke pierde por dos dígitos, los demócratas texanos estarían “en peligro de suicidio”.
“Eso significaría que ni siquiera con un candidato carismático que ha juntado más de $70 millones cambiaría la idea de que los demócratas texanos no son capaces de ganar una elección estatal”, dijo.
Beto O’Rourke espera movilizar votantes que nunca antes han votado. ROSE BACA/DMN
Demócratas y republicanos coinciden en que la mejor forma de ganar electores es el contacto personal, lo que incluye ir a tocar a sus puertas, platicar con ellos y motivarlos a votar.
La actividad de campo también consiste en hacer llamadas telefónicas, y en el caso de O’Rourke, enviar mensajes de texto masivamente.
La tarea de tocar puertas y sacar a la gente se intensifica durante el periodo de votación adelantada y el día de los comicios.
“Es nada menos que impresionante”, dijo O’Rourke sobre su campaña de campo.
“Estoy muy orgulloso de mis voluntarios, personas que quizá nunca antes habían participado en cuestiones políticas y que están saliendo a la calle a invitar a la gente a participar en la elección de su vida”.
O’Rourke enfatiza que su dedicación a la acción de campo es el aspecto más importante de su campaña.
“Los anuncios de televisión son lindos y las cosas que ponemos en Facebook son una buena forma de presentarnos a la gente, pero no hay nada como que alguien llame a tu puerta y se tome el tiempo de establecer un vínculo de humano a humano en este momento de tantas divisiones”, dijo O’Rourke.
Operación de Abbott y del partido
El equipo de campaña de Cruz refirió toda pregunta sobre movilización de electores a Dave Carney, el arquitecto de la campaña de reelección del gobernador.
Abbott compite por la reelección contra la ex sheriff del condado de Dallas Lupe Valdez, le lleva una gran ventaja en las encuestas y ha gastado cerca de $50 millones más que ella en campaña.
“Al gobernador le va a ir bastante bien”, dijo Carney. “Esperamos movilizar a los electores y hacer que permanezcan de nuestro lado en toda la boleta”.
En varias concentraciones de campaña en el Norte de Texas, Cruz ha exhortado a los conservadores de votar.
“Nos aventajan 2 a 1 en fondos recaudados, y eso es peligroso”, dijo Cruz recientemente en Arlington, y pidió a sus seguidores a contribuir a su campaña.
“Cada centavo que juntemos lo vamos a usar para motivar, movilizar y sacar a votar a los electores conservadores…. Si sacamos a los conservadores a votar, ganaremos. Si se quedan en casa, estaremos en graves problemas”.
Construir desde la base
Cuando O’Rourke inició su campaña para el Senado, diseñó una organización de campo que él pudiera manejar con pocos recursos; pero cuando su candidatura adquirió notoriedad y recaudó más de $70 millones, O’Rourke expandió drásticamente su plan original.
Lo que eran pequeñas oficinas para distribuir propaganda política se convirtieron en oficinas de campaña improvisadas que sirvieron para desplegar a una red de voluntarios por todo el estado.
O’Rourke ahora tiene 751 oficinas de campaña en Texas.
Hace una semana sus trabajadores tocaron 200,000 puertas e hicieron 1.2 millones de llamadas telefónicas. La meta del pasado fin de semana era hacer 400,000 visitas a domicilio.
El equipo de O’Rourke calcula que sus trabajadores y voluntarios han hecho 53 millones de visitas a domicilio, llamadas telefónicas y mensajes de texto.
Además O’Rourke está recibiendo ayuda de otras partes del país. En un acto de campaña el sábado en Dallas, voluntarios sostenían letreros que decían: “Ayúdenos a recorrer cuadras”.
Varios trabajadores provenían de Los Angeles y Seattle. Un hombre de California que dijo llamarse Johnny Storm había acampado con otros en el North Dallas Marriott.
“¿Quién quiere salir a recorridos de manzana?”, gritó.
Storm dijo a los reporteros que la población ha sido receptiva al mensaje de O’Rourke.
“Han hecho muchísimo trabajo de campo”, dijo el representante estatal Chris Turner, demócrata por Arlington y director de campaña de Wendy Davis para gobernadora en 2014.
“Es la operación de campo más extensa que hemos visto en algún tiempo, o en todos los tiempos”.
Ayudan a otros candidatos
Mientras que la actividad de O’Rourke está concebida para combatir a Cruz, los candidatos de más abajo en la boleta están consechando beneficios.
“El trabajo de Beto definitivamente ayuda a otros candidatos”, dijo el juez del condado de Dallas Clay Jenkins, quien colabora con el congresista de El Paso y otros demócratas en una iniciativa de mobilización de electores.
“Llevo una fuerte campaña para toda la planilla en Facebook que empieza hoy, y nuestros promotores de calle están por todo el condado todo el día todos los días hasta el 6 de noviembre”.
Por su parte, Cruz ha recurrido a anuncios de televisión, actos de campaña y debates para adviertir a los conservadores sobre O’Rourke y sus políticas; pero no tiene una operación de campo, optando por dejar el trabajo de movilizar a los electores conservadores y de centro derecha a Abbott.
Eso deja las manos libres a Cruz, quien ha recaudado menos dinero que O’Rourke, para usar sus recursos en otras cosas.
Eso también significa que tiene menos control sobre lo que ocurre en el terreno.
Abbott, en base a su experiencia en sus campañas para la Suprema Corte de Texas, procurador general y gobernador, tiene demostrada capacidad para recopilar votos, y eso deberá ser de gran ayuda para Cruz y otros candidatos.
“Es un trabajo en equipo”, dijo el asesor político republicano Bill Miller. “Parecería que los republicanos se han energizado”.
Después de vencer a la demócrata Wendy Davis en 2014 por 20 puntos porcentuales, Abbott mantuvo funcionando su modelo de movilización de electores.
Lleva casi cuatro años trabajando en sacar a votar a los electores republicanos.
El producto ha sido una sofisticada maquinaria que logra sacar a votar a la base republicana y a algunos que necesitan convencimiento.
Abbott cuenta con un equipo de campo compuesto por unas 125 personas en el estado. Trabajadores y voluntarios son capacitados en un programa llamado Abbott University, por el que han pasado casi 7,000 personas.
Este año los trabajadores de Abbott han sostenido 2.7 millones de convsersaciones con electores en sus recorridos de puerta en puerta.
La maquinaria de Abbott tiene una app para todos los candidatos republicanos que registra datos a fin de evitar la duplicación de tareas.
“Queremos llegar a todos los electores de centro derecha posibles para que salgan a votar”, dijo Carney.
Todo ese trabajo no sale barato. La operación de campo del gobernador cuesta al menos $17 millones, dijo Carney.
“Veo que ambos bandos tienen operaciones de campo muy extensas, pero los republicanos generalmente tienen una mejor labor de bases que los demócratas en Texas”, remarcó Bryan Eppstein, asesor político en Fort Worth.