La economía de EEUU gana impulso frente a una eurozona que se desacelera
Fuente: https://www.elempresario.com / P. Rouzaut
La economía de EEUU va cogiendo impulso y sus previsiones de crecimiento ya superan a las grandes potencias europeas, a la eurozona en su conjunto y a Japón. El crecimiento de Estados Unidos en el segundo trimestre de 2018 presentó una notable aceleración hasta el 1,0% en términos trimestrales, cinco décimas más que en el primer trimestre, y el mayor ritmo desde el tercer trimestre de 2014.
Así, el crecimiento del país va a continuar por encima del 2,5% este año y el próximo, según los datos de la Comisión Europea. Sin embargo, en el resto de países las previsiones indican que la economía se va a mantener o el crecimiento va a ser menor.
La mejoría en EEUU se debe a la fortaleza que ha experimentado el consumo, tanto privado como público, y por el mejor comportamiento del sector exterior, con el mayor crecimiento de las exportaciones desde 2013 y un suave retroceso de las importaciones en términos trimestrales. En contraste, la inversión se modera debido al descenso de los inventarios y a la desaceleración de la inversión no residencial. En términos interanuales, el crecimiento aceleró en tres décimas, hasta el 2,9%, la tasa más elevada desde el segundo trimestre de 2015.
Para el conjunto del año, las previsiones de los principales organismos internacionales estiman un crecimiento alrededor del 2,9% y una ligera desaceleración para 2019 hasta el 2,8% o el 2,7%, aunque la Reserva Federal es algo menos optimista y prevé un crecimiento del 2,8% para el presente año y una mayor desaceleración hasta el 2,4% en 2019 y el 2% en 2020, explica el Informe Trimestral de la Economía Española realizado por CEOE.
Además, la Fed espera que el desempleo siga descendiendo y que la tasa de paro se reduzca hasta el 3,6% a finales del presente año y al 3,5% para 2019 y 2020. En cuanto a la inflación, que sigue al alza y en agosto se situó en el 2,9%, facilita la normalización de la política monetaria y se estima que a finales de año pueda estar alrededor del 2,1% y que se mantenga en esos niveles también durante los próximos dos años.
Mientras, el mercado laboral estadounidense sigue evolucionando positivamente, aunque en julio el número de ocupados se incrementó en 157 mil personas, cifra sensiblemente inferior al promedio de 230 mil personas al mes que se dio durante el segundo trimestre. No obstante, en términos interanuales el ritmo de creación de empleo está en el 1,64% muy similar al de los meses precedentes.
Destaca el aumento del empleo en construcción y manufacturas y la moderación en los servicios. Por su parte, la tasa de paro retrocedió una décima en julio y volvió al 3,9%. Mientras, los sueldos y salarios siguen ganando impulso y en la primera mitad del año el crecimiento interanual de los salarios se situó en el 2,7% y en el sector privado se elevó hasta el 2,9%, dos y tres décimas más respectivamente, que el promedio del año 2017.
Respecto a la política comercial, siguen las tensiones arancelarias con China y se ha completado la aplicación del paquete por valor de 50.000 millones de dólares. También, en agosto se han incrementado los aranceles al acero y al aluminio de Turquía por la devaluación de su moneda. En contraste, se ha alcanzado un acuerdo comercial con México, al que podría unirse Canadá, y que si se aprueba sustituiría al NAFTA.
Los indicadores confirman la ralentización de la eurozona
El PIB de la eurozona en el segundo trimestre creció al mismo ritmo, en tasa trimestral, que en el primer cuarto del año; esto es, al 0,4%. En términos interanuales, el incremento fue del 2,1%, lo que supone tres décimas menos que el registro del trimestre anterior. Siguiendo con la comparativa intertrimestral, los países con aumentos más notables en su PIB fueron Malta (+1,9%), Estonia (+1,4%), y Eslovaquia (+1,1%), mientras que el peor comportamiento relativo se observó en Grecia, Italia, y Francia, cuyo PIB se expandió a un ritmo del 0,2%.
Por su parte, España volvió a liderar los avances entre las principales economías, con un crecimiento del 0,6%, una décima más que el registrado por Alemania. Por componentes, la demanda externa volvió a drenar dos décimas al crecimiento, ya que, un incremento de las exportaciones trece décimas superior al que registró el trimestre anterior (desde el -0,7% al +0,6%), fue totalmente compensado por una evolución similar de las importaciones (desde el -0,3% del trimestre previo hasta el +1,1).
En cuanto a la demanda interna, destaca la notable expansión de la inversión, que creció a tasas del 1,2% (frente al +0,3% del trimestre anterior), lo que, junto al incremento de cuatro décimas del consumo público (frente a solo una décima en el primer trimestre), permitió suplir la ralentización observada para el consumo privado. Este último, se incrementó un 0,2%, tres décimas por debajo del registro anterior.
La Comisión Europea, en sus previsiones de verano, ha revisado a la baja el crecimiento esperado para el conjunto de la eurozona en el presente año, desde el 2,3% al 2,1%, al tiempo que mantenía inalterada la estimación para 2019 (+2%). La institución europea ha puesto de relieve la formación de una serie de vientos de cara que estarían detrás de este ritmo de crecimiento más modesto de la eurozona; como son, la escalada de las tensiones comerciales (que, pese a que su impacto directo se estime, por ahora, moderado, podrían influir negativamente en la confianza y lastrar la inversión), la incertidumbre política que acaece en algunos países de la eurozona, o el incremento de los precios del petróleo.
No obstante, señala que los factores que venían impulsando el crecimiento permanecen. Entre otros, son factores que apoyan la robustez de la demanda doméstica (tanto en forma de consumo como de inversión): la laxitud de las condiciones financieras, el buen comportamiento del mercado laboral, el desapalancamiento realizado por el sector privado, o el incremento de la utilización de la capacidad instalada.
A su vez, el Fondo Monetario Internacional también rebajó, en sus previsiones de julio, las estimaciones de crecimiento de la eurozona desde el 2,4% hasta el 2,2% para 2018, y desde el 2% hasta el 1,9% en 2019.
Por su parte, la tasa de paro de la eurozona se ha mantenido estable en julio con respecto al mes anterior, en el 8,2%, lo que supone nueve décimas menos que el registro de hace un año, y el nivel más bajo desde noviembre de 2008. En número de personas, en el mes de julio hubo un total de 13,38 millones de desempleados, 1,368 millones menos que en julio del año anterior y 73.000 menos que el pasado mes.