En la diligencia se aprehendieron 39 personas por estar presuntamente vinculados a la organización internacional. En Costa Rica se han detenido a 29 personas, mientras en Panamá se detuvieron a 10 personas
La Fiscalía contra la Delincuencia Organizada, y la Policía Nacional de Panamá, desmantelaron una red internacional dedicada al tráfico de migrantes de origen asiático. Fue una operación en conjunto con Costa Rica que se inició hace más de dos años.
En la diligencia se aprehendieron 39 personas por estar presuntamente vinculados a la organización internacional. En Costa Rica se realizaron 40 allanamientos en los que se han detenido a 29 personas, mientras en Panamá se ejecutaron 12 allanamientos y hubo 10 detenidos.
El operativo ‘Cielo y Tierra’ generó allanamientos en las provincias de Panamá, Panamá Oeste, Coclé y Chiriquí.
David Mendoza, fiscal contra la delincuencia organizada, informó que se rescató a seis víctimas de la red. En tanto, en Costa Rica se logró rescatar a dos de las víctimas.
‘En la operación ‘Cielo y Tierra’, en Costa Rica se realizaron 29 aprehensiones y 40 diligencias. Aquí (Panamá) decomisamos 75 mil dólares, 7 vehículos y documentos como transferencias de dinero producto de la actividad ilícita’, destacó el fiscal Mendoza en la conferencia en la Policía Nacional.
Hasta el momento no se ha identificado la participación de funcionarios panameños en esta red.
En Costa Rica las autoridades detuvo a los tres supuestos líderes de la organización de apellidos Zeng, Chen y Lang, todos de nacionalidad china; además de funcionarios de Migración, un abogado que falsificaba documentos, y personas que realizaban labores logísticas, según recoge la agencia de noticias EFE.
Mediante las diferentes diligencias policiales se logró determinar que el modus operandi de la estructura criminal consistía en transportar a las personas desde China o la India, iniciando la ruta desde sus países de origen, vía aérea hasta Europa. Posteriormente se desplazaban vía aérea hasta Suramérica, utilizando países como Ecuador, Colombia o Perú, donde tenían sus nexos criminales, para finalmente desplazarlos hasta Centroamérica, con el propósito de ingresarlos a Costa Rica de manera ilegal en complicidad con funcionarios costarricenses.
En Costa Rica se omitían los trámites y requisitos exigidos por ley a los migrantes, permitiéndoles ingresar al de manera ilegal, siendo que algunas de esas personas, eran trasladadas con fines de explotación laboral en el país, mientras que otros eran traficados hacia Panamá, donde también eran víctimas de trata de personas o bien utilizaban ese país como puente para llegar a Estados Unidos o Canadá.
La investigación señala que la organización criminal mantenía dos líderes de origen chino en Costa Rica, uno de ellos propietario de un restaurante localizado en Sabana Norte, San José.
Cada víctima debía pagar entre $25 mil y $45 mil solamente para poder ingresar a Costa Rica con documentación falsa. La fiscal general de Costa Rica, Emilia Navas, detalló en la conferencia de prensa que esta red traficó al menos a 110 migrantes.
El Ministerio de Seguridad de Costa Rica, en un comunicado, explicó que en lo que respecta a las personas que eran traficadas hacia Panamá, una vez que ingresaban a Costa Rica, los hospedaban en hoteles del Área Metropolitana o en las cercanías del Aeropuerto Internacional Juan Santamaría y posteriormente los trasladaban por medio de vehículos personales, taxis o vehículos de alquiler hacia Panamá.