Pompeo y Kushner tratarán migración y seguridad fronteriza en México

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Altos funcionarios del gobierno del presidente estadounidense Donald Trump emprenderán las primeras conversaciones con el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador y su equipo, días después de que la izquierda ganara una elección arrolladora por un período de seis años.

En su primer viaje a México como el principal diplomático estadounidense, «el Secretario Pompeo reafirmará la asociación de EE.UU. con México para combatir las organizaciones delictivas transnacionales», abordará la epidemia de opioides, discutirá «los esfuerzos para mejorar el comercio, frenar la migración irregular y administrar nuestra frontera compartida», dijo el jueves un alto funcionario del Departamento de Estado en una conferencia telefónica.

Los funcionarios estadounidenses se reunirán con el presidente mexicano Enrique Peña Nieto, López Obrador y el canciller Luis Videgaray Caso. Según el Departamento de Estado, se realizará una conferencia de prensa en el Ministerio de Relaciones Exteriores de México.

Las reuniones de alto perfil se producen en medio de tensas relaciones entre los países vecinos sobre migración ilegal, seguridad fronteriza y negociaciones comerciales.

Para frenar la afluencia de migrantes, en su mayoría de Centroamérica, que viajan a través de México y cruzan ilegalmente a Estados Unidos, se dice que los dos países discuten un llamado acuerdo de «tercer país seguro».

Ese acuerdo entre México y Estados Unidos requeriría que los solicitantes de asilo de América Central soliciten protección en México en lugar de en la frontera con Estados Unidos.

Cuando se le preguntó si Washington consideraría brindar ayuda financiera a México como incentivo y ayudar al país a establecer a los nuevos solicitantes de asilo, el alto funcionario del Departamento de Estado dijo a la VOA que «los problemas de migración son un asunto increíblemente importante y complejo» que la administración Trump está abordando. Dijo que el Departamento de Seguridad Nacional estaba tomando la delantera en tales discusiones.

En un comunicado, el DHS dijo que los flujos migratorios son una responsabilidad compartida entre las naciones de América Latina y que Washington está trabajando con los gobiernos regionales para «encontrar opciones para que estas personas permanezcan dentro o más cerca de sus países de origen».

Los críticos advirtieron que tal acuerdo podría poner a los inmigrantes que huyen de la violencia en mayor peligro.

«La idea de que México es de alguna manera seguro para los solicitantes de asilo centroamericanos es absurda», dijo el jueves a la VOA Simon Sandoval-Moshenberg del grupo de defensa Legal Aid Justice Center.

«He tenido innumerables clientes centroamericanos, en su mayoría mujeres, que me dicen que el tratamiento que recibieron en México, ya sea por los cárteles o el gobierno, o ambos, fue casi tan malo como la violencia de la que huían en sus países de origen», agregó.

Funcionarios de México dijeron que la mejor manera de abordar los problemas relacionados con la migración ilegal y la seguridad fronteriza es «estimular el desarrollo en México».

El miércoles, el vicesecretario adjunto interino del Departamento de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Kenneth Merten, dijo a los legisladores estadounidenses que Washington está trabajando con México para abordar cuestiones apremiantes a través de programas de ayuda.

«Nuestros programas de asistencia en la región buscan apoyar el estado de derecho y la gobernanza, y hacer de estos países mejores lugares para vivir, mejores lugares para hacer negocios y, por ende, reducir la migración», dijo Merten durante una audiencia el miércoles en el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes.

Pompeo también discutirá «la continuación de la cooperación entre Estados Unidos y México con la administración Nieto durante la transición» y trabajará estrechamente con López Obrador para continuar fortaleciendo la relación entre Estados Unidos y México luego de que la nueva administración entre en funciones el 1 de diciembre, dijo la vocera del Departamento de Estado, Heather Nauert.