El gobierno de Trump ha endurecido las normas correspondientes a los visados H-1B, que permiten a los trabajadores extranjeros aceptar empleos en EE.UU. durante varios años y, como parte de la iniciativa, proyecta anular la posibilidad de que los cónyuges trabajen.
En ese contexto, Christopher J. L. Cunningham de la Universidad de Tennessee en Chattanooga y Pooja B. Vijayakumar de la Escuela de Administración Kemmy de la Universidad de Limerick se propusieron analizar de las consecuencias de dicho cambio de política.
Constataron que una modificación de esa índole podría llegar a aislar a los cónyuges socialmente, aumentar las tensiones internas y restringir los recursos financieros de las familias. También probablemente afecte la satisfacción del titular del visado y eleve los riesgos de que éste continúe en un destino extranjero.
El costo del fracaso de los puestos en el extranjero varía de US$ 250,000 a US$ 1 millón, además de los costos indirectos, escribieron.
“Los cambios de política como el que se está considerando para EE.UU. se adoptan a menudo sin la información completa que podría ayudar a los funcionarios a comprender mejor la verdadera magnitud de las consecuencias probables”, dijo el estudio.
EE.UU. comenzó a otorgar permisos de trabajo a los cónyuges de los titulares de visados H-1B en el 2015, durante el gobierno de Obama. Para su trabajo de investigación, los autores analizaron las experiencias de las familias con visados H-1B en el 2014.
Se pusieron en contacto con 1,800 expatriados indios para que participaran en la investigación y la muestra final comprendió 416.
Los programas de visados de trabajo, que se remontan a 1952, se concibieron originalmente para permitir que las compañías estadounidenses contrataran a trabajadores del exterior en forma temporal cuando no podían encontrar estadounidenses cualificados.
No obstante, evolucionaron a raíz de numerosas acusaciones de que las compañías, sobre todo las grandes empresas de subcontratación de India, habían abusado de los visados para conseguir mano de obra menos costosa. Trump asumió la presidencia con la promesa de reformar los programas y proteger a los trabajadores estadounidenses.
Dentro de ese marco, el Departamento de Seguridad Nacional de Trump inició el proceso de revertir el derecho a trabajar de los cónyuges de personas con visados H-1B. Las agrupaciones del sector de la tecnología -que representan a Google y Amazon.com Inc. entre otras- han reaccionado contra el plan, argumentando que perjudicará tanto a los cónyuges, generalmente mujeres, así como a los titulares del visado.
Los portadores de visados H-1B detallaron una infinidad de problemas cuando sus cónyuges no podían trabajar. “Es muy injusto para ella, de modo que regresa a India”, dijo uno de los encuestados a los investigadores. “Mi esposa se siente frustrada porque no puede avanzar en su profesión”, dijo otro.
Los científicos a cargo de la investigación dijeron que restablecer una prohibición resultará “probablemente más crítico y difícil para las familias extranjeras que lo que se vivía en el 2014, dado que muchos de los individuos que se vieron beneficiados temporalmente por las políticas migratorias de la administración presidencial anterior quizá para este momento ya compraron una casa o crearon sus propias empresas”.
Cunningham se especializa en psicología en el área de salud ocupacional, industrial y organizacional en la Universidad de Tennessee en Chattanooga. Vijayakumar es una científica dedicada en la actualidad a estudiar la expatriación y la gestión transcultural.