El vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, envió hoy un mensaje a los centroamericanos desde Brasilia y pidió que «no arriesguen sus vidas o las de sus hijos» intentando llegar a Estados Unidos por medio de traficantes de personas.
«Si no tienen condiciones de entrar legalmente, no vengan. Si les dicen que pueden llevar a sus hijos a Estados Unidos, no les crean. Construyan sus vidas en sus patrias», declaró Pence junto al jefe de Estado brasileño, Michel Temer, quien le recibió hoy en Brasilia.
En ese mensaje dirigido al «pueblo de América Central», Pence dijo que hablaba «desde el corazón del pueblo americano» y de un país que desea que sus vecinos y sus ciudadanos «prosperen», pero que es necesario crear las condiciones necesarias para que lo hagan en sus propias naciones.
«Tenemos que garantizar que todos los países de la región puedan prosperar en su propia casa», pero «lamentablemente muchas personas de América Central viajan hacia Estados Unidos de forma ilegal» y «creen engañosamente que podrán entrar», declaró.
Según el vicepresidente, «así como Estados Unidos respeta las soberanías de otros países, exige que respeten la suya».
Pence aludió a la delicada situación creada por la separación de los hijos de los inmigrantes ilegales detenidos y garantizó que el Gobierno de Donald Trump «trabaja para unir a las familias», entre ellas las brasileñas, calculadas en unas cincuenta y con niños separados de sus padres entre ellos.
A pesar de la ola de críticas que recibió Estados Unidos por la separación de los niños de sus padres, Pence afirmó que su país es «el hogar que más recibe positivamente a los inmigrantes» y subrayó que eso está en el propio origen de la nación.
Pero también aseguró que Estados Unidos «se enorgullece de ser un país que respeta fronteras y cumple la ley».