Diecisiete estados de EEUU y el distrito de Columbia presentaron este martes una demanda contra la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por su política de separar por la fuerza a los hijos de los inmigrantes de sus padres.
A pesar de que Trump, en medio de críticas cada vez mayores e indignación global, se retractó el miércoles pasado y firmó una orden ejecutiva para terminar con las separaciones, la queja del martes ante el Tribunal de Distrito en Seattle asegura que esa política era «aborrecible e indefendible» y estaba motivada por la «animadversión y un deseo de dañar».
Además del distrito de Columbia, el litigio también cuenta con el respaldo de los estados de California, Delaware, Illinois, Iowa, Massachusetts, Maryland, Minnesota, Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York, Carolina del Norte, Oregon, Pennsylvania, Rodhe Island, Virginia, Vermont y Washington.
La política de «cero tolerancia» de la administración Trump a la inmigración ilegal dicta que todos los inmigrantes que lleguen ilegalmente a las costas de EEUU deben ser procesados y detenidos bajo custodia federal, y que los niños que viajan con sus padres serán enviados por separado al Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, donde serán supervisados por otros miembros de la familia, provistos de albergue o enviados a hogares de crianza.
El desafío legal de los estados señala además que hasta que Trump firmó la orden ejecutiva, su política de tolerancia cero «había resultado en la separación de más de dos mil niños de sus padres en la frontera del suroeste, más recientemente a una tasa de entre 50 y 70 familias separadas cada día».
«Esta práctica ilegal exacerba el trauma ya sufrido por las familias de refugiados al tiempo que aumenta artificialmente las infracciones de entrada ilegal», se puede leer en la demanda.