Seguro médico del estado está fallando a niños pobres y personas con discapacidades
Medicaid debe ser una ayuda para las personas más vulnerables. Pero su promesa no se cumple en Texas. (GETTY IMAGES/DMN)
Fuente: http://www.aldiadallas.com / David McSwane y Andrés Chávez
Medicaid es el programa de gobierno que paga la atención médica que reciben los pobres y las personas discapacitadas en Texas, desde revisiones de rutina hasta operaciones de corazón.
En Texas sirve a 4.5 millones de personas, equivalente a 1 de cada 7 habitantes.
La mayoría de esas personas son niños pobres, un segmento con ingresos de menos de $22,000 al año para una familia compuesta por dos personas.
Otros son ancianos o personas con alguna discapacidad.
Algunos son niños que están tan enfermos que sus familias no pueden costear todo el gasto de la atención médica que reciben.
Todos los niños que se encuentran en hogares tutelares son beneficiarios de Medicaid.
El gobierno federal cubre casi el 58% del costo del Medicaid, unos $23,000 millones. El estado aporta alrededor de $17,000 millones.
Además, el estado supervisa el Medicaid, y paga a los doctores y enfermeras y a las compañías de equipo médico.
Pero el costo de todo el sistema ha empezado a crecer impulsado por la inflación y el encarecimiento de la atención médica.
Los críticos se quejan de la incidencia de fraudes y de la saturación de las salas de emergencias por personas pobres que no tienen médico.
Por eso fue introducida la “atención médica controlada”.
Como los planes HMO del sector privado, las compañías que operan bajo el esquema de atención médica controlada prometen reducir el costo de los servicios, por ejemplo negociando precios más bajos con los doctores y hospitales.
También prometen mejorar la atención médica de sus pacientes, dan más énfasis a la atención preventiva como la vacunación y contratan coordinadores para que vinculen a los pacientes con los servicios que necesitan.
Actualmente casi todas las personas que tienen Medicaid en Texas están en atención controlada, y la mayoría es atendida por compañías comerciales, a las que el estado paga $17,000 millones al año.
Se supone que las ganancias de esas compañías son limitadas por el estado.
La atención médica controlada parece estar beneficiando más a las personas esencialmente sanas, ya que los niños reciben sus vacunas y los mayores evitan acudir a un hospital.
Pero The Dallas Morning News descubrió que el sistema está fallando a los texanos más vulnerables: los discapacitados, los niños muy enfermos y los menores en hogares tutelares.
No están recibiendo atención de enfermería ni equipo médico como sillas de ruedas, no encuentran doctores o especialistas y hay muy pocos “coordinadores de salud” que los ayuden.
Algunos expertos dicen que la única forma en que las compañías comerciales de atención controlada pueden obtener utilidades atendiendo a esas personas es limitando sus servicios médicos.
Pero las consecuencias pueden costar vidas.
https://interactives.dallasnews.com/2018/pain-and-profit/medicaid.html#_ga=2.201084206.1200611761.1528078799-337375716.1508339128