Una modesta comunidad de Maryland que votó abrumadoramente por Donald Trump ve como sus restricciones migratorias tiene en jaque a su economía local.
Hoopers Island es conocida por su industria del cangrejo y durante décadas ha confiado en un programa federal de trabajo estacional, conocido como visas H-2B, para mantener sus negocios a flote.
Esto ha permitido a los empleadores contratar extranjeros, en su mayoría mujeres mexicanas, para venir temporalmente a recoger carne de cangrejo, labor que genera mayoritariamente el sustento de esta comunidad costera, reportó NBC.
Sin embargo el límite de la administración Trump a las visas H-2B y un cambio del modelo que ahora pasó a una lotería en vez del orden de recibo de las solicitudes ha dejado a la isla sin el 40% de las visas que necesitan esta temporada.
“En este momento, estamos cerrados”, dijo “Estamos en modo de autopreservación”.
En 2016, Trump ganó fácilmente en el condado de Dorchester, que incluye Hoopers Island, en gran parte basada en su promesa de ayudar a las pequeñas empresas.
Mientras que la ciudad generalmente recibe 500 visas para recolectores de cangrejos, solo alrededor de 300 fueron aprobados este año.
“Hemos estado haciendo esto durante 25 años de la manera correcta, de la manera que el gobierno quería”, dijo Tolley. “(Trabajadores temporales) no son una amenaza para la comunidad, gastan dinero en la comunidad y hacen sus actividades bancarias aquí. Así que para mí eso parece una situación de ganar-ganar”.
“No tengo estadounidenses que quieran hacer este trabajo”, dijo Brian Hall, el dueño de la empresa mariscos GW Hall & Sons, una de las pocas instalaciones en la isla que pudo asegurar suficientes visas H-2B este año.