Más de 300 familias se reencontraron hoy por cinco minutos en el Río Grande, que sirve de frontera entre Estados Unidos y México en El Paso (Texas) durante el quinto evento “Abrazos No Muros”.
Cientos de inmigrantes indocumentados mexicanos, que por su situación irregular viven en Estados Unidos separados de sus familias, tuvieron la oportunidad de abrazarse e intercambiar de forma breve algunas palabras con sus allegados, que residen en México.
Algunas de las personas llevaban hasta 18 años sin verse.
Gracias por haber viajado tanto para poder estar conmigo y te agradezco que estés aquí, en este momento tan especial. Yo también los quiero y los extraño con todo mi corazón”, Iván Castañeda.
El padre de familia, de origen mexicano, llevaba un mes sin ver en persona a sus seres queridos luego de ser deportado a México por motivos migratorios.
“Yo necesito a mi esposo. Mis niños necesitan a su papá”, dijo a Efe mientras se limpiaba las lágrimas del rostro, Hilda Martínez, quien recorrió junto con sus hijos 15 horas en carretera desde Denver (Colorado) para reencontrarse con su marido.
De acuerdo a los datos de los organizadores, la gran mayoría de las familias participó por primera ocasión.
Grupos de 10 familias de cada lado de la frontera caminaron en fila y se reunieron por un tiempo de entre tres y cinco minutos en las inmediaciones del río, que en esta época del año no lleva agua.
Tenía 20 años si ver a mi mamá. Fue una alegría muy grande”, Eva, inmigrante de 48 años de edad.
El encuentro, organizado en El Paso por la Red Fronteriza de los Derechos Humanos, y realizado cerca del Puente Internacional Paso del Norte, es el segundo que se realiza durante la administración deL presidente Donald Trump.
Al evento acudieron familias procedentes de diversos estados, tanto de Estados Unidos como de México, como Pensilvania, Nevada, California, Texas, Colorado y Arizona, y las de las mexicanas Sonora, Durango, México, D.F., Puebla, Chihuahua, entre otras.
Por primera ocasión y con el fin de mejorar el orden, los organizadores pidieron a los miembros de los medios de comunicación vestir con camisetas color azul del lado de Estados Unidos y blanco del mexicano.
A diferencia de anteriores eventos similares, ningún patrullero fronterizo estuvo presente en el evento.
“Hemos visto reunificarse a más de mil familias en estos eventos. Y hoy serán poco más de 300, dijo Fernando García, director ejecutivo de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, con sede en El Paso.
Aseguró que el actual ambiente político en Estados Unidos ha tejido un discurso más antiinmigrante que cualquier anterior.
No sólo desde el centro del poder, en Washington, está saliendo una narrativa que hace de los inmigrantes unos criminales, sino que también se están desarrollado proyectos de detención masiva”, Fernando García, director ejecutivo de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos.
La Red Fronteriza por los Derechos Humanos, que trabaja en conjunto con varias agrupaciones de ambos lados de esta frontera para llevar a cabo estas acciones, informó que este año planifica hacer un sexto encuentro en el río.
El presidente Donald Trump ha insistido durante su administración en la construcción de un muro de acero en la frontera con México para frenar la inmigración ilegal.