Fuente: http://elsoldelaflorida.com
El presidente Donald Trump aseguró que las leyes de inmigración de Estados Unidos fueron escritas por “gente que realmente no puede amar” al país, y reiteró la necesidad de acabar con la inmigración ilegal.
“Tenemos leyes escritas por personas que realmente no pueden amar a nuestro país”, dijo Trump en Dallas al dirigirse al congreso anual de la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA, en inglés).
El multimillonario insistió en que las leyes de inmigración de Estados Unidos son “las peores” y reiteró su promesa de “comenzar a defender” el país y sus fronteras.
“La inmigración ilegal debe terminar. Hemos agotado todas las leyes”, insistió el magnate, quien sin embargo no ha podido dar comienzo a una de sus mayores promesas de campaña, la creación de un muro en la frontera sur, pagado por el Gobierno de México.
Trump insistió en que el sistema estadounidense de inmigración debe estar basado en el mérito y aseguró que los inmigrantes no pueden ser “escogidos de un cubo de basura” para entrar en el país.
El mandatario volvió a argumentar que la inmigración ilegal es el camino que toman muchos criminales, como los miembros “violentos” de la pandilla MS-13, por lo que consideró que es necesario fortalecer la legislación para evitar que este flujo continúe.
El control de la inmigración, las deportaciones y el fortalecimiento de la seguridad en la frontera sur son parte del núcleo discursivo del mandatario, quien pretende implementar medidas más coercitivas para reducir el número de inmigrantes en el país.
Porque además de arremeter contra los inmigrantes ilegales, el Gobierno del presidente está acabando también con los programas de inmigración legal, como el Estatus de Protección Temporal (TPS, en inglés), dirigido a ciudadanos de países que han sufrido alguna catástrofe.
Precisamente hoy, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció que ha decidido poner fin al TPS para los hondureños, lo que afectará a unas 55.000 personas que viven desde hace años en Estados Unidos. efe