Fuente: http://www.latribuna.hn
Según un informe del Centro para el Progreso Estadounidense (CAP por su siglas en inglés), los cerca de 60,000 catrachos tienen alrededor de 53,500 hijos menores de 18 años de edad, por lo que deberán decidir si dejarlos en Estados Unidos o mandarlos a Honduras.
El estudio destaca que “hay 57,000 hondureños amparados al TPS, ellos tienen 53,500 hijos nacidos en Estados Unidos, 46,700 participan en la fuerza laboral del país y 9,500 tienen hipotecas”.
La investigación añade que “la mayoría de “Tepesianos” vive en Estados como Florida (7,800), California (5,900), Nueva York (4,600), Nueva Jersey (3,700), Virginia (2,000) y Maryland (1,900), y sin ellos la economía nacional de EE UU perdería 31,300 millones de dólares en diez años ($4,400 cada año)”.
PÉRDIDAS ECONÓMICAS
De acuerdo a la organización, Estados Unidos tendría grandes pérdidas económicas anuales, por el agregado que estos hondureños aportan a la economía. Para el caso, Florida perdería 340 millones de dólares, mientras que California, 307.3 millones de dólares, y Nueva York, 271.3 millones de dólares.
Las estadísticas destacan las enormes contribuciones de la comunidad de 57,000 “tepesianos” hondureños al tejido social y económico de EE UU y a la prosperidad de sus países mediante las remesas.
El presidente Donald Trump asumió el poder el año pasado, su gobierno comenzó a desmantelar el TPS, que ha dado cobijo de la deportación y permisos de trabajo a poco más de 320,000 inmigrantes.
Ya lo hizo anteriormente para los “tepesianos” de El Salvador, Haití, Nicaragua, Sudán, Liberia y Nepal.
En cuanto al caso de Honduras, los padres de los cerca de 53,500 jóvenes nacidos en Estados Unidos tienen un año y medio para agilizar los trámites que les permitan mantenerse en la nación americana.
La mayoría de esos muchachos estudian en ese país y están por graduarse, pero cualquier condición de deportación les truncaría sus sueños.
DATOS
El Centro de Recursos Legales para Inmigrantes (ILRC por sus siglas en inglés), los “tepesianos” de El Salvador, Honduras, y Haití, en su conjunto, contribuirían en la próxima década con cerca de 164,000 millones de dólares a la economía. Además, sin este grupo de inmigrantes, el Seguro Social y Medicare dejarían de recibir 6,900 millones de dólares, según ILRC.