Nikolas Cruz, huérfano, con problemas mentales y vínculos con supremacistas
Nikolas Cruz, el presunto autor de la matanza en una secundaria de Florida en la que murieron 17 personas, es un joven de 19 años problemático, que había estado en tratamiento psiquiátrico y tuvo vínculos con un grupo supremacista local.
Sobre Cruz, exalumno del centro, pesan ahora 17 cargos de asesinato premeditado, uno por cada persona muerta en el tiroteo que se produjo unos 20 minutos antes de la conclusión de la jornada escolar.
La juez Kim Theresa Mollica dictaminó esta tarde prisión sin fianza para Cruz, quien compareció en la corte con un overol naranja, esposado y acompañado de su abogada defensora Gordon Weekes, y durante la audiencia no estableció contacto visual con la magistrada.
Su abogada calificó al autor de la matanza como un joven problemático y que se encuentra “profundamente arrepentido” y “consciente de lo que está pasando”.
El joven, que había recibido tratamiento psiquiátrico por un tiempo en una clínica de problemas mentales, tiene vínculos con República de Florida (ROF), un grupo conocido por sus convicciones supremacistas, según informó el jueves la Liga Contra la Difamación.
Esta organización internacional aseguró que Jordan Jereb, uno de los líderes de ROF, confirmó este vínculo y dijo que Cruz incluso ha participado en los entrenamientos de este grupo, conocido por su adhesión a distintos conceptos paramilitares.
La investigación apunta a que Cruz, expulsado del instituto el año pasado tras una pelea con la pareja de su exnovia, activó las alertas de incendio con granadas de humo y, cuando sus antiguos compañeros salieron de las aulas, comenzó a disparar con un arma.
Regresó al colegio movido por el ansia de “venganza”, según señaló el alguacil del condado de Broward, Scott Israel. Entró en las instalaciones alrededor de las 14:40 hora local (19:40 GMT) y abrió fuego indiscriminadamente con un rifle de asalto AR-15, causando 17 muertos y unos quince heridos, tres de los cuales permanecen en estado crítico en los hospitales Broward Health North y Broward Health Medical Center.
El presunto autor del tiroteo, que perpetró su ataque en el Día de San Valentín, le prohibieron la entrada en el Campus con mochila el año pasado, ya que “hubo problemas con el y amenazó a los estudiantes”, según declaraba al diario Miami Herald Jim Gard, profesor de Matemáticas del instituto.
Otros estudiantes relataron a diferentes medios que el presunto autor del tiroteo alardeaba de tener armas en casa y bromeaba con la idea de que “iba a disparar en la escuela”.
Antiguos amigos de Cruz explicaron que habían cortado las relaciones con él por los extraños comentarios que subía a Instagram, en los que manifestaba su gusto por disparar a los animales y su fascinación por las armas.
Lynda Cruz, madre adoptiva de Nikolas y de su hermano biológico Zachary, murió en noviembre pasado. Cuatro años antes lo hacía su padre adoptivo.
En la actualidad, Nikolas vivía con la familia de un amigo, trabajaba en una tienda de la cadena The Dollar Tree en la ciudad y asistía a un centro de educación para adultos.
Dakota Mutchler, estudiante de 17 años compañera en el instituto, dijo que “había algo desagradable en él” y que al pasar a la secundaria comenzó “a volverse un poco más raro”, hasta el punto que llegó incluso a “vender cuchillos que extraía de su fiambrera”.
Los vecinos del joven explicaron al diario Sun-Sentinel que habían tenido que llamar en varias ocasiones a la Policía por incidentes con el joven, entre otros porque disparaba a los animales (pollos en su mayoría).
Nikolas Cruz ingresó a primera hora de la mañana del jueves en la cárcel del condado de Broward, al norte de Miami, en donde se encuentra el instituto.
La Policía indicó que es ya la mayor matanza en un colegio en Estados Unidos desde la masacre de Newton, en Connecticut, en la que murieron un total de 28 personas, entre ellas 20 niños.