¿SE CAE LA DICTADURA COMUNISTA? Por Marlon S Jiménez García
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¿SE CAE LA DICTADURA COMUNISTA?
Por Marlon S Jiménez García
El Maduro, como todo comunista, NO RECONOCE que no le ha sido fácil, y ahora menos, perpetuarse en el poder; que sus ínfulas de “dictador”, con todo el respaldo (en lo bueno y de lo malo en un porcentaje muy superior) de la FANB, están sufriendo los rigores de una “gestión empobrecida” en todo el ámbito de acción en la sociedad, que por supuesto, su principal víctima es el 90% del pueblo venezolano. También juega un rol preponderante en ello, la comunidad internacional. Sin ella, hubiese sido imposible sentar a NEGOCIAR condiciones de “convivencia democrática” al Maduro y su régimen comunista Procubano; otro aspecto importante y cimero es la conformación de un frente nacional de oposición (que con todos y sus errores), encabezado por el Presidente de la AN legítima electa en el 2015, Ingº Juan Guaidó que, logró consolidar el apoyo de más de 60 países y su reconocimiento como Presidente interino de Venezuela y, no menos importante, que desnudó al régimen como forajido ante el mundo; la participación activa de las ONG’s nacionales y los organismos internacionales, todos vinculados a los DDHH que lograron preparar un riguroso expediente contra el Maduro, y fue presentado ante la CPI; hoy se está a la espera de una decisión que conduzca a una investigación penal formal contra él.
¿Se cae la dictadura? Sin duda, como tal, SÍ, y debilita su estructura porque quien funge como su ductor, llamado en los bajos fondos como el “ilegítimo, sin reconocimiento institucional”, es un aventurero, un advenedizo que no tenía la put… idea del rol que le tocó desempeñar por mandato del Fidel y del Raúl producto del “estado de inconsciencia” por enfermedad grave del “comandante eternamente enterrado” que le antecedió en el cargo, y que además, le dejó la revolución con tumores malignos, corrupta hasta los tuétanos y en medio de una tormenta ideológica maligna (¿el comunismo es otra cosa?) de toda la estructura gubernamental. Se cae en México; Maduro está en la mesa de negociación “forzado” para poder reactivarse y tratar de buscar reconocimiento; allá abre su “jetota”, para hablar de los dirigentes de la oposición y en cadena nacional pretende hacer ver que, los que piden cacao son ellos, cuando la realidad es que él y su régimen tienen la “soga en el cuello”. Maduro está liquidado políticamente, ha perdido el apoyo tangible del Foro de Sao Paulo, tal cual lo manifestó LULA hace tres días atrás, y solo RUSIA lo acompaña en el intento, por las deudas que el régimen tiene con ese país. Si Maduro se burla, nuevamente de la oposición en esta oportunidad, queda en el limbo y sin argumentos; su caída sería inminente.
El Maduro, como ductor que es y bien asesorado por los cubanos, convirtió al personal inoperativo que le acompaña en delincuentes que corroen los recursos económicos de los cuales se proveía, también continuaron utilizando a la mal llamada revolución en aventuras peligrosas y malévolas: tráfico ilegal, no solo de narcóticos, sino también de oro y piedras preciosas; bachaqueo, -nombre dado por los paleros y babalaos cubanos- de gasolina, producto de la quiebra adrede de PDVSA, que ha originado escasez interna produciéndose largas colas en las estaciones de servicio; del cobro indebido e ilegal de dinero externo que ha producido un letargo mortal en la economía, aunado a una hiperinflación devastadora que produce hambre, miseria y muerte en la sociedad; se alió con movimientos terroristas del mundo y la revolución comenzó a sufrir los avatares de esa mala influencia que le impidió poder surcar los espacios de la paz y de libertad en el mundo y por ende se ganó el desprecio internacional.
¿Qué hacer con Venezuela? Es necesario, importante y urgente en el corto plazo reconstruir la “nueva” Venezuela. Necesitamos un nuevo “gerente” y no el pirata que asume en la actualidad como mandadero de la revolución, que no tenga un parche en el ojo; que no utilice garfios sino las manos completas para agarrar el volante con decisión y coraje; que no meta la pata de palo y vaya de errores en errores, sino que tenga los pies bien puestos sobre la tierra y no le tiemble el pulso; que tenga un cerebro bien puesto y preparado para llevar a Venezuela por nuevos derroteros y no una “rockola” repetitiva e inerte. Necesitamos un Gerente que se rodee de ministros y viceministros preparados en las mejores academias de estudios de su país y del mundo; que el personal militar que lo acompañe sea disciplinado de las leyes internas y sobre todo actúen en salvaguarda de toda la sociedad venezolana ante cualquier eventualidad endógena o exógena que se pueda presentar por culpa de las acciones del Maduro y de sus adláteres.
Para rehacer a Venezuela, debemos contar con la anuencia de todos los sectores involucrados en ella; no solo cuenta el factor económico que es bien importante, sino que el factor político involucrado actúe en función de lograr la unidad de acción y no se conviertan en un “estorbo utilitario” de factores facinerosos; los trabajadores, los estudiantes, los profesionales en las diversas áreas del quehacer deben por, obligación moral con la nueva Venezuela, dar su aporte en ese quehacer fructífero y entre todos forjar un Estado donde la filosofía de acción de sus integrantes sea la paz, la libertad, la justicia y la toma de decisiones cuenten con el favor mayoritario.
Esa nueva Venezuela anhelada, será modelo para el mundo, como lo era Venezuela en la década de los 60, 70, 80 y 90 del siglo XX. Los responsables del desmadre causado en Venezuela en toda su estructura física y moral serán castigados, no solo por la justicia divina, sino también por la justicia terrenal; aquella nacida en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y por ende de los entes jurisdiccionales supranacionales nacidos bajo el manto inspirador de esa Declaración, donde resalta el Tribunal de La Haya. La negociación en México, que se reinicia hoy 3-9 debe (esperamos todos los venezolanos; confiamos en los representantes de la sociedad civil) señalar el camino esperado: elecciones presidenciales en el corto plazo; otra cosa sería inútil. En las elecciones del 21-11, los partidos de oposición participarán, les deseo éxito, aunque no comparto la manera como lo están haciendo; hay improvisación generalizada, ojalá logren convencer (verdadera unidad) al pueblo en su participación. Se cae la Dictadura, aunque el “Maduro siga dando tumbos y hablando güevonadas”, hasta que el pueblo decida nuestro destino.
Profesor Universitario
@marjimgar