«Singapur está criando millones de mosquitos en un laboratorio. Tiene buenos motivos para hacerlo»
NOTIAMERICA-REPUBLICA DOMINICANA
SINGAPUR_ Si no puedes con tu enemigo, ya sabes: únete a él. Eso sí, para buscar nuevas formas de vencerlo. En Singapur tienen un problema con el dengue, una infección transmitida por mosquitos que entre otros síntomas suele provocar fiebres, dolores y erupciones en la piel, así que sus autoridades han decidido… criar mosquitos de la especie que transmite la enfermedad. Y lo hacen además en grandes cantidades, a millones, para luego soltarlos por las calles y urbanizaciones del estado.
Suena descabellado, pero tiene todo el sentido del mundo.
¿Qué ocurre en Singapur? Que quiere plantarle cara al dengue, una infección transmitida por mosquitos y que se localiza sobre todo en áreas tropicales, como ciertas regiones de África, Asia o América Central y del Sur e islas del Pacífico. Si bien no suele ser grave, sí provoca molestias a quienes la padecen e incluso puede manifestarse en un tipo más virulento que ocasiona sangrados y fatiga.
¿Y qué está haciendo Singapur? Hace unos años, en 2019, precisa Undark, la NEA activó un programa que básicamente consiste en criar millones de mosquitos Aedes aegypti, también conocidos como “del dengue” o “la fiebre amarilla”, apodos que dan una idea bastante precisa de lo incómoda que pude resultar la convivencia con ellos. Los cuidan a conciencia, vigilando cada fase, para luego soltarlos en los alrededores de edificios y calles. La NEA incluso publica mapas y un cronograma de las zonas en las que los suelta, en ocasiones con ayuda de camionetas.
Undark precisa que cada semana los insectos cirados por la NEA generan 24 millones de huevos. Los mosquitos empezaron a liberarse en 2016, aunque el programa en sí comenzó en 2019. Con el tiempo ha pasado de liberar unos dos millones de insectos cada semana a alcanzar los cinco millones en 2022.
Y eso… ¿Para qué? Pues, por paradójico que pueda sonar, para limitar la propagación del dengue. La clave está en el tipo de mosquitos que liberan los técnicos de la NEA: no se trata de insectos cualquiera, sino de Aedes aegypti que cumplen dos condiciones fundamentales. Primero, que son machos, por lo que no pican ni transmiten enfermedades. Lo que buscan es azúcar que obtienen de las plantas, a diferencia de las hembras, que sí necesitan proteínas de la sangre.
Su segunda peculiaridad es que son portadores de Wolbachia, una bacteria que se encuentra en más del 60% de las especies de insectos, incluidas mariposas, abejas o libélulas. También en determinados mosquitos, como Aedes albopictus o Culex quinquefasciatus. Quienes no se lo transmiten entre sí de forma natural son los Aedes aegypti. He ahí una de las claves del programa de Singapur.
¿Qué tiene de especial la bacteria? Que puede convertirse en un valioso aliado para reducir el riesgo de contagio de dengue. ¿Cómo? Usando los mosquitos criados por la NEA a modo de moderno «caballo de Troya». «Cuando los mosquitos machos portadores de Wolbachia-Aedes se aparean con hembras urbanas que no lo portan los huevos resultantes no eclosionan», destaca el organismo, que avanza cuál es la meta final: que, con el tiempo, las «continuas liberaciones» de mosquitos con la bacteria acaben derivando en «una disminución de las poblaciones urbanas». En otras palabras, menos ejemplares pululando del molesto Aedes aegypti.
«Esto no solo reduce el riesgo de dengue, sino también de otras enfermedades, como zika y chukungunya«, insisten los expertos de Singapur. Para conseguirlo necesitan introducir la bacteria en los mosquitos inyectándola de forma directa en los huevos. «Wolbachia se transmite por vía materna. Las hembras portadoras transmiten la bacteria a su descendencia, generando así una línea estable».
¿Está dando resultados? Los datos que maneja NEA invitan desde luego al optimismo. Sus expertos realizaron un estudio en varias localidades y constataron que la liberación de ejemplares macho con la bacteria reducía las poblaciones de Aedes aegypti hasta un 98%. «En consecuencia, las áreas centrales de los lugares de estudio con al menos un año de liberaciones vieron hasta un 88% menos de casos de dengue en comparación con las áreas sin liberaciones»
Fuente: xataka.com
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