«Invasión de cigarras en el este de Estados Unidos»
NOTI-AMERICA (REPUBLICA DOMINICANA)
EE.UU_ Se espera que miles de millones de estos insectos emerjan al unísono de la tierra después de 17 años bajo tierra. Se trata de un acontecimiento singular que se repite cíclicamente. Las autoridades previenen a la población, pero aclaran que es una especie inofensiva, tanto para las personas como para los cultivos.
Cada 17 años exactos, los residentes del nordeste de Estados Unidos sufren una auténtica pesadilla: la invasión de miles de millones de cigarras de la especie Magicicada septendecium, unos artrópodos de tamaño considerable (se trata de la especie más grande de su género) que emergen de la tierra al unísono, lo que da lugar a una escena propia de una película de terror.
Después de pasar casi dos decenios bajo tierra, estos insectos, conocidos como ‘cigarras periódicas’, salen a la superficie para aparearse y completar su ciclo de maduración. Cuando la temperatura ronda los 17 ºC, las ninfas suelen posarse en los árboles para llevar a cabo la muda. Una vez se han despojado de sus exoesqueletos se preparan para acometer su objetivo final: el apareamiento. Y es aquí cuando vienen las molestias. Para atraer a sus parejas, los machos emiten un ruido ensordecedor, algo así como el de una moto de gran cilindrada, una banda sonora estridente extremadamente molesta para las poblaciones cercanas.
Mecanismo de defensa
Estas emergencias masivas también proporcionan lo que los científicos llaman una «defensa contra la saciedad de los depredadores». Cualquier depredador que se alimente de cigarras se saciará mucho antes de consumir todos los insectos de la zona, dejando muchos supervivientes.
Cuando los glaciares se retiraron de lo que hoy es Estados Unidos hace entre 10.000 y 20.000 años, las cigarras periódicas llenaron los bosques orientales del país. Sin embargo, las diferencias en el ciclo vital de estos insectos dio lugar a un complejo mosaico de distintos linajes.
Como las cigarras periódicas son muy sensibles al clima, los patrones de sus puestas y las especies resultantes reflejan las consecuencias del cambio climático. Por ejemplo, según este estudio, a medida que el planeta se calentaba, las cigarras que emergen cada 17 años fueron surgiendo de forma paulatina, generación tras generación, hasta desplazar permanentemente a las que permanecen enterradas unos 13 años.
Para estudiar detalladamente las poblaciones de estos insectos tan singulares y determinar los estragos del cambio climático, los investigadores necesitarán información detallada y sobre el comportamiento, algo harto difícil, habida cuenta que las poblaciones de estas cigarras periódicas son muy numerosas, y las emergencias de adultos solo duran unas pocas semanas. Por este motivo, algunas organizaciones conservacionistas han organizado equipos de voluntarios para que hagan un seguimiento a través de la app Cicada Safari.
Fuente: www.nationalgeographic.com
Redes Personales
@cersocastillo Instagram
Facebook Cerso Felipe Castillo Carrión