Tres causales: un debate de derechos con dilema entre vida y muerte
Noti-America Republica Dominicana
Aunque el aborto está penalizado, muchas dominicanas practican abortos de manera insegura, pero en riesgo de muerte
La sentada más reciente comenzó en la noche del 11 de marzo (jueves), frente a la puerta de la Ciudad Prohibida, requiriendo grupos que aprobaran estos tres motivos en el ámbito de la ley penal y no en la legislación especial.
Al preguntar a siete mujeres si mantendrían un embarazo fruto de una violación sexual, cinco se inclinaron hacia una posible conservación, aunque condicionada al estado de ánimo y dos adelantan un “no” rotundo, convencidas de que abortarían sin pensarlo.
Un informante dijo: «Depende del estado emocional en el que se encuentre». Otro dijo que pensaría que está protegido por la voluntad divina. La otra dará a luz al bebé en adopción, aunque puede quedarse con el bebé si sufre un trauma menor. Otro dijo: «Creo que este niño no debe ser responsable de lo que pasó, y como todos, tiene derecho a vivir». La quinta frase decía: «No voy a tener un aborto espontáneo, pero la otra frase es: tengo seguridad». Método de aborto «.
Sin embargo, todas coinciden en que la decisión debe ser tomada por la mujer y que nadie debería obligarlas a parir, evidenciando la poca sujeción a las leyes dominicanas que castigan la práctica del aborto bajo cualquier circunstancia.
“Obligarme a parir es de una dictadura y eso no puede ser”, comenta una de ellas, mientras otra expresa que el Estado ni nadie puede obligarla a tener un bebé.
El aborto por violación o incesto, por deformación de un producto de franquicia incompatible con la vida, o cuando la vida de la madre está en peligro, todos los sectores de la sociedad dominicana exigen la despenalización por tres motivos. Quieren ser una mujer soberana y leal a su conciencia, y ella decide si continuar quedando embarazada en este caso.
La demanda, que encuentra de frente a sectores que ven el aborto como un crimen, independientemente de las circunstancias, vuelve a hacer incidencia pública en momentos en que el Congreso Nacional discute la modificación del Código Penal Dominicano.
Con la experiencia de que las tres causales fueron motivo del veto presidencial en las últimas ocasiones en que los legisladores llegaron a aprobar una reforma al Código Penal Dominicano, algunos congresistas se inclinan por la opción de que la despenalización del aborto en esas circunstancias se establezca mediante una ley especial, pero esta propuesta también genera rechazo.
La sentada más reciente comenzó el jueves 11 de marzo por la noche frente a la Ciudad Prohibida. Según la propuesta de algunos congresistas, estos grupos solicitaron la aprobación de la ley penal en lugar de los tres motivos de la legislación especial. . . Manifestantes, entre funcionarios gubernamentales y representantes de grupos feministas, incluyeron en su lema: “Tres razones han desaparecido, porque para el 2020 habrá 290 incestos. Los datos provienen de estadísticas del Ministerio de Asuntos Públicos, ese año se registraron 5.227 delitos sexuales a nivel nacional, de los cuales 1.028 fueron violaciones, más 290 incesto. Hubo 1.403 casos de violación y 436 casos de incesto en 2019.
El 6 de noviembre de 2020, la Procuraduría General de la República informó la prisión preventiva dictada a un hombre que violó y embarazó a una niña de 10 años de edad, en la provincia Independencia.
Luego, el 18 de diciembre de ese mismo año, informó de la condena de 20 años a un hombre que violó y embarazó a su hija de 16 años, en San José de Ocoa. El pasado 23 de febrero comunicó la sentencia, también de 20 años, a un hombre que violó y embarazó a su sobrina de 14 años, en Santo Domingo Este; y el día 26 otra condena similar contra un hombre que embarazó a su hijastra en Santiago.
En cuanto al aborto por peligro en la vida de la madre, la médico Fondeur plantea que la embarazada está expuesta a complicaciones como la cardiopatía sistémica compleja, descompensada; insuficiencia renal descompensada, lupus, cáncer, entre otras patologías, cuyo tratamiento en ocasiones tienen que posponerse, poniendo en riesgo la vida de la mujer.
Pero Lagares considera que cada vez es más “extraña la escena de cine y telenovela” de escoger entre la madre y su hijo, y que, si durante el embarazo resultase urgente aplicar un tratamiento que pudiera poner en riesgo la vida de la criatura (por ejemplo, una quimioterapia), si no hay otra opción, la madre puede recibirlo, intentando el médico salvar las dos vidas.
“En el lamentable caso de que como consecuencia del tratamiento falleciera el feto por ser el más débil, esto no sería punible para el médico ni para la madre, pues no habrá sido un atentado directo hacia la vida del bebé”, dice.
Fuente DL.