Landínez: Me sumo al reclamo que inició Iván Freites a favor de los extrabajadores de PDVSA

Rosmer Landínez, quien fue secretario de organización del Sindicato de Obreros y Empleados del estado Carabobo Refinería El Palito, afiliado a Fedepetrol, anunció su adhesión al reclamo laboral que inició el dirigente petrolero Iván Freites.

Vía telefónica, tuvimos la oportunidad de conversar con Landínez, quien laboraba en la refinería de Puerto Cabello, y pudimos conocer su experiencia sobre el despido de trabajadores ocurrido durante el Paro Petrolero de 2002-2003.

Dicho evento marcó un hito en la historia de la industria de hidrocarburos en Venezuela, y afectó la vida de 20 mil hombres y mujeres. Desde entonces y hasta la actualidad, los trabajadores continúan exigiendo justicia.

–¿Cuál fue tu participación en el Paro Petrolero?

–En 2002, hicimos una asamblea en la Refinería El Palito y se determinó que íbamos a participar en el paro nacional, convocado por Fedepetrol y la CTV, a fin de lograr las reivindicaciones sociales y económicas que estaban perdiéndose, en el limbo, dentro de la industria petrolera, recordó Landínez.

–Al mismo tiempo, estábamos en una discusión porque ya se evidenciaba la vinculación de la política dentro de la industria, en una empresa que había sido apolítica, dedicada a la producción y distribución de productos derivados del petróleo, indicó.
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–Luchábamos también contra la alta inflación que ya se estaba viendo en el país, y por los contratos colectivos que se estaban violando.

“Queríamos que se discutiera un nuevo contrato para lograr un aumento de sueldos y salarios, y mejorar los servicios de salud del Seguro Sicoprosa de PDVSA”, expresó el sindicalista.

“Adicionalmente, luchábamos para mantener la meritocracia que era fundamental para la ejecución de las mejoras que esperaban los trabajadores anualmente”.

“El honor al mérito era prácticamente un incentivo moral y económico que recibían los trabajadores para ir avanzando en su desarrollo”.

“El honor al mérito se estaba desvirtuando, se estaban dando mejoras a compañeros sin pasar por el proceso administrativo de su meritocracia”.

“Ante esta situación y la vinculación directa de la política tradicional de aquel entonces (2002), marcada por el presidente Hugo Chávez, nosotros salimos a las calles a advertir a la población de lo que estaba ocurriendo dentro de la industria petrolera y que podía ocurrir en otras empresas del Estado, tal cual como el tiempo nos ha dado la razón”, agregó Rosmer.

“Hoy en día, todas las empresas ó la mayoría de las empresas (públicas) están vinculadas a la política”.

“En PDVSA no existía esa tesis de que un trabajador tenía que ir a un partido político determinado para poder continuar con sus labores rutinarias. Un trabajador era formado y educado, dependía única y exclusivamente de la forma como hacía su labor”.

“El trabajador seguía educándose, formándose, estudiando para poder avanzar y mejorar su calidad de vida, y mejorar dentro de la industria y seguir una carrera administrativa dentro de los procesos requeridos”, aseveró el dirigente petrolero.

“Salimos a la calle (2002) y ya todos conocemos el resultado. Hubo una violación flagrante de los derechos humanos, porque los trabajadores no pudieron regresar a sus empleos y la gran mayoría que tenía disposición de hacerlo, no pudo regresar”.

“Pero hubo también una violación al derecho humanitario, porque por ejemplo: hubo casos de mujeres embarazadas, en pre y post natal que tenían sus permisos garantizados por ese concepto y que no pudieron regresar a sus labores”, rememoró.

“También ocurrieron casos de personas que estaban de reposo médico y no pudieron regresar, personas que estaban en los últimos días de su proceso de jubilación, y no pudieron regresar”.

“Otros habían sido sustituidos de cargo porque habían sido cambiados de la Refinería del Palito a Jose ó al edificio administrativo en Caracas, ó Punto Fijo y quedaron en el limbo jurídico, porque no pertenecían ni a una empresa ni a la otra, estaban en tránsito”.

“Bueno, una gran cantidad de casos que quedaron marcados por la violación al derecho laboral y al derecho humanitario, y hasta la fecha de hoy no han sido respaldados por nadie”, lamentó el sindicalista.

–¿En qué consiste tu petición a la Asamblea Nacional 2015, cuando faltan pocos días para el derecho de palabra otorgado al dirigente sindical Iván Freites, por el caso de los ex trabajadores petroleros demandantes en el juicio a Citgo en EEUU?

–Mi declaración no consiste en que la Asamblea Nacional le dé ó no una participación a Iván Freites, aunque deben escucharlo, mi denuncia clara será por el hecho de que la Asamblea Nacional de 2015 tiene vinculación directa con el caso de los trabajadores petroleros despedidos en forma injustificada y hasta la fecha, no han atendido ninguna de las peticiones, ninguna de las solicitudes.

–Han omitido el derecho que tenemos nosotros los trabajadores a defendernos; y la omisión se convierte en complicidad, expresó Landínez.

Dinorah Figuera, presidenta de la Asamblea Nacional 2015

–El caso de Horacio Medina es porque es el presidente de la PDVSA que está en EEUU y por ende, como persona de alto conocimiento de lo que ocurrió en aquella fecha (del paro petrolero), perteneciendo a Gente del Petróleo, hemos sentido de parte de él, un abandono, un desinterés en reconocer abiertamente que los trabajadores despedidos en forma injustificada tenemos derecho a nuestro reclamo, un reclamo justo y reivindicativo, aseveró el dirigente obrero.

–¿Cuál es tu posición con respecto a la demanda de los ex trabajadores en el juicio contra Citgo en Delaware-EEUU?

–En este momento me estoy sumando al justo reclamo que ha hecho en principio Iván Freites con su equipo de trabajo, y lo he hecho bajo la responsabilidad que me caracteriza porque siempre he buscado la unificación en el movimiento sindical.

–Hasta los trabajadores petroleros que están laborando actualmente en las refinerías del país les están violando sus derechos, indistintamente del partido político que representen en la actualidad.

–Porque a lo largo de estos años, desde 2002, han sido despedidos vilmente cantidades de trabajadores que no tienen nada que ver ni con la oposición ni con el oficialismo.

“Simplemente han sido trabajadores de la industria petrolera que han dado lo mejor de sí para levantar la industria, tal cual como lo hicimos nosotros en nuestro momento”, reveló el sindicalista.

“Me sumo al trabajo en conjunto para lograr las reivindicaciones necesarias y obligantes que debe PDVSA a más de 20 mil ex trabajadores de la industria petrolera”, aseveró Landínez.

Por: Betzaida Amaro CNP 9010