AL MAESTRO LO RECORDAMOS CON CARIÑO Y RESPETO
NOTI-AMÉRICA PERÚ
Por Geomar Pacheco Rivera
El 5 de octubre de 1996, la Unesco y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) decidieron rendir homenaje a una de las profesiones más valiosas dentro de cualquier sociedad, instaurando el Día Mundial de las y los Docentes.
La decisión fue adoptada en el marco de una Conferencia Intergubernamental Especial sobre el Estado de los Docentes, sus deberes y derechos del gremio magisterial a nivel mundial.
Cada 6 de julio recordamos con cariño al maestro, esa noble persona que nos enseñó a leer, escribir, sumar, jugar, bailar y asumir los retos de la vida con entusiasmo y responsabilidad de acuerdo a la edad que teníamos.
La vocación de profesor implica entrega, dedicación, esmero, paciencia y sacrificio porque en su responsabilidad recae la gran misión de formar ciudadanos de bien para una nación.
El 29 de mayo de 1953, durante el gobierno del general Manuel A. Odría, se estableció el Día del maestro en el Perú, celebración que busca honrar hasta la fecha a todos los docentes del país. Sin embargo, esta fecha también busca homenajear a la primera Escuela Normal de Varones, fundada en plena vida independiente del Perú por orden del Libertador don José de San Martín, el 6 de julio de 1822.

Foto: Radio Nacional del Perú
Un hecho importante en la educación peruana fue que las mujeres accedieron a este derecho recién en 1876, es decir, hubo que esperar largos 54 años antes de la creación de la primera Escuela Normal de Mujeres, otro hito significativo en nuestra historia educativa.
Las historias de los maestros peruanos destacados suman miles. Sin embargo, existen personajes históricos que ejercieron la profesión de docente, como es el caso de César Vallejo, reconocido poeta que se desempeñó como profesor en el Centro Escolar de Varones N° 241 de Trujillo. Además, fue profesor de primaria en el Colegio Nacional de San Juan, donde dictó clases a un pequeño Ciro Alegría, quien años más tarde se convertiría en novelista.
Don José María Arguedas ejerció la docencia en instituciones como el Colegio Mateo Pumacahua de Sicuani, en Puno y en el Alfonso Ugarte y, además, en Nuestra Señora de Guadalupe.
Por su parte Raúl Porras Barrenechea, el ensayista, destacó como docente de historia en diversos colegios de Lima. De igual forma, fue maestro en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), donde llenaba aulas hasta con 400 alumnos.
Un personaje inolvidable es José Antonio Encinas. Dedicó su vida a la educación como un fin social. Defendió la revalorización del niño, reconociéndose como centro de la acción educativa.
Doña Mercedes Indacochea. Se desempeñó como directora en diversos colegios de mujeres y, además, fundó la Escuela Normal de Mujeres en Tacna, y en mérito a su labor como educadora fue galardonada por el gobierno en el año de 1956, con las Palmas Magisteriales.
Elvira García y García. Fue una educadora peruana por más de sesenta años. Fundó en el Callao el Liceo Peruano (1883), destinado a la formación de señoritas, labor digna de rescatar en esta historia de los pioneros.
Finalmente, Everardo Zapata Santillana. En 1947, el docente arequipeño fue encargado por el gobierno de turno para fundar un colegio en una zona alejada de su región natal. Fue allí donde notó que la enseñanza no era suficiente, puesto a que a los niños se les dificultaba aprender a leer y escribir, por lo que ideó una nueva metodología de enseñanza: el libro ‘Coquito’.
