10 Tips para apoyar el desempeño del estudiante con TDAH en el aula de clases Por: Adriana Benedetty
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10 Tips para apoyar el desempeño del estudiante con TDAH en el aula de clases
Aquí te compartimos algunos consejos prácticos para planificar actividades dirigidas a uno o varios estudiantes con este trastorno neuropsicológico.
Primero, es fundamental aclarar que el TDAH no es una discapacidad, sino un trastorno que implica una forma distinta de aprender. Aunque puede influir en el rendimiento académico, laboral y social, los niños con TDAH pueden ser completamente funcionales si se identifican sus necesidades y se aplican las adaptaciones adecuadas en el ámbito familiar y escolar. A continuación, te ofrezco 10 consejos esenciales para brindar apoyo en el aula:
- Conocer el diagnóstico del estudiante.
Entender el tipo específico de TDAH del alumno es crucial para adaptar actividades y estrategias que potencien sus habilidades y lo ayuden a avanzar en las áreas donde necesita más apoyo. Los tipos de TDAH incluyen predominante inatento, predominante hiperactivo/impulsivo y combinado. Cada uno requiere un enfoque distinto. - Crear un vínculo afectivo.
Antes de implementar cualquier estrategia académica, es vital establecer una conexión emocional con el estudiante. Los niños con TDAH suelen enfrentar rechazo debido a sus dificultades para seguir reglas, socializar o por comportamientos disruptivos. Crear un vínculo afectivo les brinda confianza y mejora su autoestima, haciéndolos más receptivos a la orientación. Conversaciones diarias sobre temas de su interés, como deportes o artes, pueden ser una forma efectiva de demostrar interés genuino. - Enseñar estrategias de autorregulación.
Aunque el TDAH no tiene cura, los niños pueden aprender técnicas para controlar sus impulsos y mejorar su concentración. Ejercicios de respiración, como la técnica 3-3-6 o «Soy un globo», y el uso de objetos antiestrés pueden ayudarles a gestionar su energía de forma más eficiente. Breves pausas también son útiles, especialmente en tareas largas. - Establecer objetivos claros y refuerzos positivos.
Establecer metas alcanzables, como disminuir la cantidad de advertencias de conducta, y reforzar con elogios o pequeñas recompensas puede ser muy efectivo. Es esencial utilizar un tono calmado y enfoques positivos para redirigir el comportamiento. Puedes decirle algo como: «intenta usar una técnica de relajación» o «vamos, podemos reducir el número de advertencias hoy». Un apoyo visual, como una tabla de puntos, también puede ayudar a monitorizar su progreso de manera más clara. - Mantener comunicación constante con la familia.
Es importante colaborar con la familia para reforzar los logros en casa y corregir conductas cuando sea necesario. Las correcciones deben hacerse en un ambiente calmado, sin recurrir al castigo físico. - Ubicar al estudiante en un lugar estratégico.
Para reducir las distracciones, es recomendable sentar a los estudiantes con TDAH lejos de puertas, ventanas o áreas ruidosas, y más cerca del docente para facilitar la supervisión y - Incluir actividades interactivas.
Los estudiantes con TDAH suelen responder mejor a actividades prácticas o de movimiento. Proyectos que les permitan crear, manipular objetos o trabajar en grupo, así como destacar sus talentos, pueden aumentar su confianza y mejorar su integración social. - Ofrecer tiempo extra.
Dado que estos estudiantes pueden tener un ritmo de trabajo diferente, es útil ser flexible con los tiempos de entrega de tareas o exámenes. Se puede proporcionar tiempo adicional, pero con límites claros. - Dar instrucciones claras y sencillas.
Para evitar que se sientan abrumados, es mejor desglosar las instrucciones en pasos sencillos, en lugar de dar múltiples pautas a la vez. - Monitorear el progreso regularmente.
El trabajo conjunto entre docentes y familias es fundamental. Revisar periódicamente el avance del estudiante permite identificar áreas que requieren más apoyo y ajustar las estrategias en consecuencia.
Estos son solo algunos de los muchos consejos que los educadores pueden aplicar. Si como docente observas que el estudiante necesita una intervención más especializada, no dudes en consultar al orientador escolar para trazar un plan más exhaustivo.
Adriana Benedetty, neuropsicóloga en educación.
