PERÚ: CON EMOTIVIDAD NO SE RESUELVE LA INSEGURIDAD
NOTI-AMÉRICA PERÚ
Por Cesar Ortiz Anderson
El titular del artículo es porque la presidente Dina Boluarte señala, sin ningún empacho, que el llamado Plan Boluarte nunca existió. Lo había dicho su Premier por “emotividad”. Hoy la ciudadanía, entre otros muchos reclamos (como la falta de prevención ante las lluvias anunciadas), pide por el derecho a su seguridad. Cuántos emprendedores tuvieron que cerrar sus negocios el año pasado por negarse al cobro de “cupos” de extorsión y, lo más grave, cuánto están pagando. Hasta los informales, como en el caso de los mototaxistas, pagan entre tres y cinco soles diarios, pero también pagan transportistas, bodegas, ferreterías, peluquerías, comerciantes y empresarios en un número importante por su “seguridad”. En El Salvador, la gente pagaba sus impuestos y también le pagaban a las maras. Son millones lo que saca la delincuencia organizada, producto de un delito que está silenciado.
El Ejecutivo, sin contar con el tiempo perdido por Pedro Castillo, lleva un año sin tener una visión holística de la situación de inseguridad, sin estrategia integral y articulada, teniendo como base la modernización policial. Mucha voluntad de la policía, pero sin los recursos operativos para poder enfrentar a una delincuencia que está muy bien armada, movilidades adecuadas, armamento, chalecos, comunicaciones, muchas carencias, los oficiales. Ni escuela tienen y estudian hacinados en la escuela de suboficiales de Puente Piedra.
En un año este gobierno, gracias a las facultades que le entregó el Congreso de la República para legislar en el tema de seguridad ciudadana, ya van más de 36 propuestas legislativas, como el despropósito que trataron de impulsar para crear la Policía de Orden y Seguridad (que el propio Congreso la archivo), o como el Decreto Legislativo 1585, que es una garantía de impunidad para los privados de libertad (con menos de 10 años de pena, los delincuentes no van a prisión), o incluso la promoción de los grilletes electrónicos (medida inaplicable). La incapacidad de control está cantada.
Quieren proponer penas mucho más severas, por ejemplo, a quienes roban celulares, cuando nuestro sistema penitenciario está hacinado y es inseguro, con mucha corrupción de por medio. La verdad es que si no cambia a los genios que están asesorando en materia de seguridad, será más de lo mismo, puras propuestas populistas y lo peor será que este año 2024 superaremos al 2023 en número y frecuencia delictiva, con más delitos de alto impacto.
Finalmente este gobierno no solo dejará un país sin crecimiento económico, también nos dejará a merced del crimen organizado y la delincuencia, la advertencia está hecha.