LA INSEGURIDAD CIUDADANA Y LA GESTIÓN DEL PREMIER
NOTI-AMÉRICA PERÚ
Por César Ortiz Anderson
El premier Alberto Otárola Peñaranda, luego de sostener una reunión con el alcalde de San Juan de Lurigancho, aseguró que se elaborará una estrategia contra el crimen, y las Fuerzas Armadas cuidarán los bienes estratégicos, que es lo correcto. Desde Aprosec proponemos incluir la custodia de la parte externa de las cárceles y apoyar con sus servicios de inteligencia. Más allá de ello no puede enfrentar al delito urbano en las calles, no cuentan con la experiencia ni armamento para esos fines.
Se tiene que elaborar un plan estratégico para Lima Metropolitana y el Callao y otro para las ciudades en provincia donde el incremento del delito es preocupante. Desde Aprosec, señalamos que se tiene que modernizar y Repotenciar operativamente a la Policía Nacional del Perú, darle el respaldo político al más alto nivel, y con una visión holística realizar una labor integral y articulada con el sector Justicia, el Sistema Penitenciario y los alcaldes, y promover una campaña de seguridad preventiva para la población.
El gobierno decidió declarar en emergencia los distritos de San Juan de Lurigancho y de San Martín de Porres de Lima Metropolitana y la Provincia de Sullana, Piura, lo cual podría ser igual que anteriores veces, una propuesta parche que al final no dará los resultados que todos esperamos y que la ciudadanía espera. La gran cuestión es por qué los demás distritos de Lima, que están en graves problemas de inseguridad, al igual que el resto del país, no merecen tener la misma opción, ya que con esa estrategia solo se logrará que aumente la criminalidad en el resto de los distritos. Van cuatro días desde la vigencia de la norma.
Recordemos el tiempo que Ollanta Humala era presidente de la República y, debido a la inseguridad que se vivía en el Callao, lo puso en estado de emergencia. No involucró para nada a las Fuerzas Armadas, un estado de emergencia que duró varios meses y que luego fue levantado por el presidente Pedro Pablo Kuczynski. Humala, como militar, conocía que no era posible un enfrentamiento armado contra el delito urbano por parte de las Fuerzas Armadas; por ello insisto que es un error que este gobierno opte por los militares para enfrentar a esta delincuencia desbordada, los militares harán un rol disuasivo con su presencia, pero no están preparados para hacer frente al crimen organizado ni a la delincuencia en general. No tienen el armamento ni el entrenamiento para hacerlo, las Fuerzas Armadas hacen una buena labor contra el narcotráfico en lugares alejados de nuestras ciudades, incursiones y enfrentamientos como en el Vraem.
El complejo fenómeno de la inseguridad se trabaja de manera planificada y bien articulada, con profesionales que son efectivos de la Policía Nacional. Ellos son los profesionales de la seguridad pública. El gobierno de una vez por todas debe apoyar la labor policial, hay que modernizarla, repotenciarla, darle el respaldo político al más alto nivel para que operativamente puedan desarrollar sus conocimientos y experiencia, que empieza desde la inteligencia policial, compra de informantes, los pocos detectives de la policía tienen calle, saben cómo le echan mano a los delincuentes.
Los alcaldes en su gran mayoría, en estos ocho meses, han hecho muy poco o nada en materia de seguridad ciudadana, pero vienen reclamando mayor seguridad con los militares en las calles. El rol de ellos es preventivo y hay mucho trabajo que pueden hacer, como orientar a sus vecinos, mejorar con equipos y sistemas, iluminación, solidaridad entre vecinos apostando por una jurisdicción, urbanización, calle, cuadra segura, acciones como poner buzones estratégicamente ubicados de denuncias anónimas, la población sabe quién es en las zonas, pero tienen miedo de denunciar ante autoridad, este es un punto muy importante.
La inseguridad ciudadana es un problema de muchos gobiernos atrás, que no trabajaron una adecuada política de Estado, para que sea mejorado por el próximo gobierno, por ejemplo la construcción de cárceles, compra de vehículos, una central de comunicaciones, de emergencia, equipamiento policial. Por todo ello este gran problema no tiene solución a corto plazo y no se le debe crear una falsa expectativa a la población, ya que se podría caer en el fenómeno de la falsa sensación de inseguridad. No se puede seguir vendiendo humo o desarrollando estrategias parches, jugando a la mala memoria de un sector de la población. La delincuencia no solo está robando bienes y patrimonio, está mal hiriendo o matando a los ciudadanos.
Finalmente, desde Aprosec fuimos en el año 2001 en el Congreso de la República, durante ocho meses de trabajo ad honorem, los propulsores de la creación del CONACES. Lamentablemente, la propuesta original fue cambiada y se creó una institución que no ha servido para los fines que se propuso originalmente. En mi opinión y experiencia, hace falta un ente articulador, por ello proponemos la creación de la Superintendencia Nacional de Seguridad Ciudadana, una entidad que articule y produzca los insumos para planes y estrategias. Sería una institución de supervisión y control, tendría el mismo nivel del Ministerio del Interior, como fue planteado inicialmente con el CONASEC, que dependa de la Presidencia de la RepÚblica o del Ministerio de Economía y Finanzas, que tenga un asiento en el Consejo de Ministros.
APROSEC