Dina Boluarte juramenta como primera Presidenta Constitucional del Perú
NOTIAMÉRICA PERÚ
Por Dany Cruz-Guerrero
La vicepresidenta Dina Boluarte asume la Presidencia de la República y se convierte en la primera mujer en ocupar la más alta investidura política del Perú
Primera Presidenta de la República del Perú
Dina Boluarte es Presidenta de la República. En rigor, es la primera mujer en ocupar democrática y constitucionalmente el cargo más alto de la gestión pública en el Perú. La agudización de la crisis política entre las huestes congresales y Pedro Castillo desemboca en la disolución inconstitucional del Congreso y la aprobación de la vacancia presidencial en una jornada sorpresiva que remeda un pésimo guion por la actuación inesperada de Castillo al disolver el Congreso en horas de la mañana. Si bien es cierto que Dina Boluarte es una política que no genera la adherencia unánime de las mayorías, sus críticos más enconados hacen tabula rasa de la política y hablan, en verdad, desde el desinterés y la indiferencia por sus logros profesionales y su trayectoria política.
Mientras en los arenales de la nación prosperan asentamientos humanos que no logran ser arrasados por el viento milenario, menos devastador que la postergación del gasto público en lo superfluo y lo trivial —y no en lo necesario y urgente: la salud, la educación, la seguridad pública—, las bancadas que recientemente han dado cuerpo al Congreso han priorizado la riña intransigente con el gobernante presidencial democráticamente elegido y, en general, la gestión pública eficiente no aparece siquiera en el horizonte de sus agendas para el desarrollo integral del Perú. ¿Es que los actuales congresistas tienen una agenda de desarrollo integral para el Perú? La gestión pública es morosa, lenta, parsimoniosa: cuando es ineficiente, desgasta las voluntades y oprime los corazones hasta el hartazgo. ¿Qué desafíos le esperan a Boluarte ahora que asume la Presidencia de la República?
Una tregua política por la estabilidad del país
En las calles todavía se escucha a voz en cuello: “Que se vayan todos”. El descontento y la indignación social que cunden frente a la gestión pública deficiente que ofrece el sistema democrático en el Perú eclosionan y ponen en la Presidencia de la República a una mujer que responde a las críticas con su liderazgo y su trayectoria de transparencia y compromiso sostenido con el Perú. De entrada, la Presidenta Boluarte solicita una tregua para reorganizar a las fuerzas políticas y extirpar del Congreso los intereses privados que quieren secuestrar los órganos del Estado. Al cierre de esta nota, Pedro Castillo permanece en la Prefectura bajo custodia de la Policía por su intento de disolver el Congreso ante una población impaciente por la ausencia de futbol mundialista durante la jornada, tanto más aturdida y desconcertada con la movida política ejecutada por el ahora expresidente.
El gobierno de Castillo es un episodio felizmente brevísimo en la historia del Perú. Quiero decir que el Profesor Pedro Castillo no gobierna más el Estado peruano del siglo XXI que resiste los embates de la corrupción, la feudalización de la gestión pública y el saqueo sistemático de las arcas del Estado como si de un botín inagotable se tratara. La juramentación de la Presidenta Dina Boluarte restablece el orden constitucional, ciertamente. Al cierre de su primer discurso ha invocado a José María Arguedas para reafirmar su compromiso de trabajo por la inclusión, la igualdad y la equidad. El Perú Bicentenario ha vivido en esta jornada el ascenso de la Primera Presidenta de la República del Perú.
Dina Boluarte se convierte en la Primera Presidenta de la República del Perú. (Fotografía: © Reuters)
Autor:
Dany Cruz-Guerrero