Razón, tesón y corazón: el origen del aborigen
NOTI-AMÉRICA PERÚ
Por J.F. Alejandro Ruiz Robles
EL DÍA A DÍA
Al despertar cada mañana sabemos que nos vienen retos a lo largo de la jornada, desde los laborales hasta los personales. Sean o no complicados, lo cierto es que está en nosotros enfrentarlos y actuar acorde con las circunstancias, intentando siempre salir adelante.
Agradecer por tener vida al despertar es en sí un motivo por demás alentador. No obstante, saber qué haremos por nosotros para construir el día como lo queremos será una sensación aún mayor.
En casa siempre me enseñaron que ser agradecido es ser bendecido ¡Así que agradece por cada día y manifiéstalo con tu actitud para ti y para quien te rodea!
En tu camino, siempre tendrás motivos para ser feliz y pleno, … ¡está en ti encontrar las formas de conservarlos y enriquecerlos, o cerrarles las puertas y desecharlos!
FELIZ COMO UNA LOMBRIZ … ¿O CÓMO LO DECIDA?
¿Recuerdas cuando eras niño y sin importar si tenías o no recursos, bastaba que encontraras algo que te hiciera sonreír para ser feliz y llenar de alegría tu día?, ¿Qué ha pasado con ese niño al crecer?
Ser feliz es una opción en tu vida, si lo decides así tendrás que trabajar en tu elección y comprometerte a lograr todo aquello que te de ese estado de ánimo, ya sean metas, acciones encaminadas a ellas o sólo momentos aislados pero vinculados con un todo.
La suma de tus logros y alegrías te llevarán a un estado de plenitud que harán de la felicidad una forma de vida; misma que, si bien es cierto que no es uniforme, continuará siempre y de ti dependerá hacerla constante y cuando ésta se ausente, hacer todo para que se haga presente.
Si tú tienes todo para ser feliz, ¿por qué te conformas con algo distinto?
¡Quizás sea tiempo de revivir la alegría en tu interior!
ME ACOSTUMBRE A PERDERME
Elegir, consciente o inconscientemente, una opción distinta a la felicidad hace que experimentemos actitudes que no son las óptimas ni para nosotros ni para quienes están a nuestro lado y, en consecuencia, cambiamos no sólo nuestra forma de ser sino también, las expectativas que hemos construido para una adecuada convivencia.
Es decir, todos buscamos estar con personas que nos hagan sentir tranquilos, satisfechos y cómodos en una sana convivencia. Al no garantizarse ésta con nuestra presencia, optarán por distanciarse o limitarse de nosotros y resultará obvio, que será más placentera nuestra ausencia para ellos e incluso para nosotros mismos. Y esto es algo común porque es lo mismo que nosotros haríamos con quien nos incomoda.
Ser una persona feliz o estar con una persona feliz hace que su energía llegue a nosotros, ya sea para fomentar nuestra alegría o como un motivo para estarlo.
TAN LEJOS COMO EL SOL
¿Cuántas veces tenemos grandes expectativas por conocer a una persona y al hacerlo, buscamos la manera de alejarnos de ella por su forma de ser? O bien, ¿qué pasa cuando nos damos cuenta de que por nuestra actitud la gente se aleja?
Es muy difícil ser siempre positivo o mostrarse así. En ocasiones habrá algo que nos robe la tranquilidad u objetividad, ya sea porque tenemos pensamientos o sentimientos que nos distraen el cerebro o el corazón. Hagamos de esos momentos sólo una excepción y no una regla.
Ten presente la importancia de mostrarte tal y como eres y tratar a los demás como deseas que te traten. ¡Que valiosa será tu constancia!
En ti está ser la persona de valor que pretendes construir a diario. Haz que persista ese esfuerzo para ti y para la gente que te importa de tal manera que, si por alguna razón no lo eres, ellos lo vean como un hecho aislado y tengas otra oportunidad para mostrarte.
“¿LLAMÓ USTED?”
Y cuando se pierde el camino, el destino o el interés de construir a la persona en que se soñó… ¡surge la persona que no se quiso ser ni con la que se pretende vivir!
La persona virtuosa y positiva ha dado su lugar a la improvisada, sin expectativas ni atractivo para sí o el resto de la gente. Y si bien es cierto que quizás no provoque miedo como los monstruos que imaginamos en nuestra niñez, sin duda alguna si resultará incómoda su presencia.
En familia siempre desearon nuestra felicidad al crecer. Si fallamos a ello, podemos convertirnos en el ser que nuestros padres no pretendieron formar en nuestra niñez y ni siquiera nosotros imaginamos serlo.
¡El aborigen existe sólo porque sobrevive con lo básico y no pretende comprometerse con la persona que soñó alguna vez ser!
Posdata: No hay mayor muestra de amor en estos momentos que procurando tu salud y atendiendo las disposiciones sanitarias. ¡Evita ser parte de una estadística!
Importante: Recuerda que todos los miércoles te espero de 16 a 18 horas en mi programa “En tus Propias Palabras” a través de www.astl.tv.
Autor:
José Francisco Alejandro Ruiz Robles
Facebook: @RuizRoblesCP22
Twitter: @22Publica