Entrevista: la ciencia del conocimiento y sus efectos en la educación
José Pablo Castro
REGIÓN PIURA
Entrevista al experto en sistemas Daniel Valencia Galindo
La enseñanza universitaria, soportada en la tecnología en nuestro país, es de importancia especial por cuanto la epistemología científica del proceso educativo actual no es capaz de garantizar que el conocimiento adquirido sea de calidad y bien pagado. Lastimosamente en este contexto cobra especial valor el reconocimiento y la atención de esta brecha educativa que nos conlleva a analizar y plantear alternativas de mejora que generen la toma de decisiones oportunas y eficaces.
Como docente universitario suelen aparecer interrogantes enfocadas específicamente a la aplicación de tecnologías de la información y comunicaciones. Para lo cual es necesario conocer desde la experiencia de un Consultor senior internacional. En esta oportunidad analizaremos este tema teniendo como entrevistado al experto de Sistemas Daniel Valencia Galindo.
¿Es fundamental que el alumno desarrolle competencias de análisis crítico, en donde todo, a su entender, debe configurar información de dudosa procedencia y debe sentir la necesidad de incorporar multiplicidad de registros de datos, antes de determinar conocimiento y adecuado entendimiento?
Es Bíblico: “En la multiplicidad de opinión, hay sabiduría”. Dependiendo de los valores intrínsecos del ser, éste percibirá el entendimiento y su aceptación como verdad, sabiéndola diferenciar de la realidad.
La cantidad de información que deba ser procesada, deberá constituir un acto reflejo. De allí deberá abstraerse la garantía epistemológica de la ciencia adquirida, a través de los procesos educativos debidamente fundamentados.
¿Cuál es la metodología que debería emplearse?
Hasta nuestros días, para transmitir el conocimiento la metodología es totalmente pasiva, basada en la capacidad de memoria y la transmisión de paradigmas que determinan la baja calidad de la información; esa conducción hacia el encuentro de la verdad o por lo menos de las opiniones asertivas, por parte de los docentes o catedráticos… No es lo mismo la capacidad que haya tenido un científico de abstraer conocimiento del consumo de información a través de la tradicional lectura, que aquel que domina por lo menos dos idiomas, tiene control y dominio de la tecnología para gestionar la información, y tiene competencias para presumir servicios digitales, capacidades de análisis conceptual, traducido al lenguaje, que permita elevar el entendimiento de las cosas desde perspectivas diferentes,. condiciones que jamás han sido fortaleza de nuestros docentes entre nuestras comunidades universitarias…
La tecnología ha abierto desafíos de dimensiones cuánticas, por ejemplo, antes con una regla de cálculo, se determinaban datos trigonométricos para levantamientos topográficos; seguidamente, las calculadoras científicas apoyaban resolviendo funciones de cálculo integral, diferencial, o infinitesimal, con comandos muy sencillos, que ahora se tiene al alcance en un teléfono celular de segunda generación. Hoy, ya ni necesitamos hacer aquellos cálculos, pues los sistemas los resuelven como parte de sus funciones intrínsecas, para llegar a los resultados esperados, sea del objeto o el proceso que sea, por ejemplo, una sencilla aplicación gratuita de Google Earth, nos ayuda con mucho mas exactitud que antes, desde nuestra computadora, donde quiera que nos encontremos, diseñar un embalse para la construcción de una hidroeléctrica, y esto, sin siquiera llegar a explotar elementos de BigData y menos la Inteligencia Artificial…
Teniendo en cuenta lo mencionado es evidente que hay que pasar por diferenciar escenarios pasivos, activos e interactivos, en donde los desafíos que se pretenden atender, a través de la tecnología 5G, dejan la brecha entre los docentes y los alumnos en condición aparentemente insalvable, si es que no se toman urgentes medidas metodológicas, que apoyen a la autoformación y autoaprendizaje.
El modelo educativo que vivíamos hasta antes de la pandemia ha sido violentamente desnudado en su ineficiencia e ineficacia. No es algo nuevo, de hecho, el modelo educativo STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics), ABP (Aprendizaje Basado en Proyecto/Problemas), propone entre sus actividades, la aplicación y desarrollo de ciertas habilidades que debieron adquirir los estudiantes desde niveles iniciales, habilidades que se soslayaron y a estas alturas, configuran una factura por cubrir, que deja severamente descolocados a nuestros estudiantes, que ahora, tienen que lidiar en escenarios no previstos, y les reclaman esas habilidades no diferenciadas ni oportunamente detectadas, y que forman parte de su ser.
Antes que un análisis técnico científico de los procesos educativos mal enfocados, y de aprendizajes o competencias no clara ni oportunamente definidas, debimos haber entendido mejor nuestros objetivos lógicos, filosóficos y sociológicos para entender nuestro entorno y oportunamente atender las causas y no como ahora, apagando incendios, distrayéndonos en sólo consecuencias.
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