No más secretismos con nuestros bienes
REDACCIÓN NOTI AMÉRICA (ECUADOR)
Es inaudito que nosotros como pueblo mandante, decidimos a quién confiarle el manejo de nuestro país y el cuidado de nuestra patrimonio nacional, y resulta que por razones injustificadas nos ocultan la conducción de lo que nosotros les encargamos.
Ese tenebroso concepto de la confidencialidad está bien para los casos de seguridad nacional cuando está en peligro la paz del estado, o para no entorpecer el proceso cuando está en curso una investigación judicial o policial. Cuando se trata de transacciones o acuerdos particulares en que una persona decide negociar su patrimonio privado, puede establecer el secretismo que quiera porque el objeto de la transacción es de su propiedad, pero cuando se pretenda negociar los bienes del estado, estos personajes públicos que fueron elegidos para servir al pueblo, deben rendirle cuentas de lo que están haciendo, por qué lo hacen, para qué lo hacen, como lo hacen y con quién.
Entendemos la conveniencia de mantener prudencia durante una negociación, pues si los detalles de esa etapa se hacen públicos tendríamos 17 millones de opiniones distintas, justamente por eso elegimos un gobierno que nos represente y asuma esa responsabilidad; pero luego de completar los acuerdos y prepararse su ejecución ¡tiene que compartirlo con su pueblo!
Y es que cualquier cosa que se quiera ocultar al conocimiento público provoca sospecha de corrupción, ilegalidad e inmoralidad, porque si ya se completó el período de negociación cuando es adecuada la discreción, seguir encubriendo la verdad solo denota miedo, cargo de conciencia y hasta vergüenza, no habría otra justificación razonable.
Por eso no hay razón alguna que justifique mantener el secretismo de las negociaciones con China, los contratos de preventa del petróleo, la repotenciación de la refinería de Esmeraldas, la utilización de los fondos para la reconstrucción por el terremoto, o la venta de bienes del estado que son parte de nuestro patrimonio, como el Banco del Pacífico por el que pretenden ocultar la verdad ¡por 15 años!
Este absurdo encubrimiento parece favorecer a los involucrados para que no rindan cuentas de su actuación y los releve de responsabilidad, con tranquilidad para disfrutar los beneficios de sus “errores de buena fe”. Es tan conveniente este descarado cinismo que se ha generalizado como una mala costumbre en todos los sectores, y cualquiera se cree con derecho para ocultar la verdad.
El colmo de esta sinvergüencería se dio con la contratación de un técnico para la selección de futbol, que con la complicidad del máximo dirigente nacional se burló del instituto rector de este deporte, de los mismos deportistas, de los periodistas y del pueblo entero. No conformes con esa afrenta, además se le pagó por sus agravios y por convertirnos en su motivo de mofa. Un reconocido y apreciado periodista deportivo diría: ¡aplausos!
Gonzalo Gómez Landires. Es Ingeniero Agropecuario, Asesor técnico financiero en sector Agropecuario, Proyectos de explotación y desarrollo, Asesor de la Unión de Asociaciones Agropecuarias Nacional del Ecuador, Estudio de Especialización en Israel, Universidad de Florida y Universidad en Dallas Texas. Mail: gonzalo_gomez_landires@hotmail.com