Fuente: https://laopinion.com
La secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, urgió este lunes al Congreso a que apruebe medidas que eliminen los tres principales “resquicios” que alientan la inmigración ilegal hacia EEUU, e insistió en que, contrario a las acusaciones, la Administración “no está utilizando” a los niños como “moneda de cambio” en negociaciones migratorias.
Desde el podio de la Casa Blanca, Nielsen ofreció una férrea defensa de la política actual de separar a los niños de sus padres en la frontera sur, al insistir en que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) no tiene más opciones y debe hacer cumplir las leyes de inmigración.
“No usamos a niños como piezas de negociación. Estamos tratando de proteger a los niños, por lo que le estoy pidiendo al Congreso a que actúe”, dijo Nielsen, visiblemente molesta con las críticas sobre la separación de niños.
Al señalar que EEUU es un país de “compasión” y “corazón”, Nielsen precisó que la Administración Trump quiere ver tres modificaciones en el entramado migratorio; cambios a una ley federal de 2008, que protege a menores del tráfico de personas; una reforma del proceso de asilo para que solo lo obtengan los que “verdaderamente lo necesitan”, y cambios al “Acuerdo Flores”, para permitir la detención de familias sin separarlas.
Armada con estadísticas, Nielsen dijo que en los últimos tres meses ha habido más de 50,000 cruces ilegales cada mes, y que en el último año ha habido un incremento del 325% en el número de niños no acompañados, y un incremento del 435% en unidades familiares en la frontera.
Nielsen sugirió que los padres tienen la culpa de enviar a sus hijos a la frontera y exponerlos a riesgos, al precisar que alrededor de 10,000 de los 12,000 niños bajo custodia federal llegaron solos a la frontera, o con personas que se hacen pasar por familiares.
Se calcula que las autoridades de Inmigración han separado a más de 2,000 niños de sus padres en la frontera sur desde mediados de abril pasado. La cifra total hasta el pasado 9 de junio es de 2,342, según la oficina de la senadora demócrata por California, Dianne Feinstein.
Horas antes, Nielsen ofreció un discurso durante la conferencia anual de alguaciles en la que indicó que el DHS “no va a ofrecer disculpas” por hacer cumplir las leyes de inmigración.
Las declaraciones de Nielsen se enmarcan en la intensa campaña de control de daños de la Administración, ante la condena de la política migratoria actual por parte de líderes demócratas, grupos médicos, organismos internacionales como Amnistía Internacional, la ONU, y la OEA, y prominentes figuras republicanas, incluyendo las exprimeras damas, Laura Bush y Michelle Obama.
Amnistía Internacional, de hecho, declaró hoy que lo que hace la Administración con los niños en la frontera es un acto de “tortura”.
La difusión de un audio de niños llorando y pidiendo a gritos a sus papás en un centro de detención, y de imágenes de niños echados en el piso en aparentes “jaulas”, ha provocado reacciones de ira en las redes sociales, si bien algunos partidarios de Trump siguen el guión de acusar a los demócratas.
También la primera dama, Melania Trump, expresó consternación por la separación de familias, pero tanto Nielsen como la portavoz de la Casa Blanca, Sara Sanders, insistieron en que la Administración habla con una sola voz al exigir más restricciones migratorias y el reforzamiento de la vigilancia fronteriza, y que solo el Congreso puede corregir la situación actual.