Viajeros y con el sueño de conocer el Everest: la familia mexicana que falleció al estrellarse su helicóptero en el Himalaya
NOTI-AMERICA.COM | MÉXICO – Una familia mexicana de cinco miembros ha fallecido este martes junto al guía nepalí Chet Gurung tras estrellarse el helicóptero en el que viajaban para visitar el Everest.
Los cuerpos de Ismael Sifuentes y Luz González y sus tres hijos veinteañeros, Abril, María José y Fernando, han sido recuperados cerca de la localidad de Likhu, al norte de Katmandú. Las causas del accidente todavía no han sido esclarecidas, pero la policía de Nepal apunta a las malas condiciones meteorológicas. La familia, procedente de Nuevo León, tenía el sueño de conocer el pico más alto del mundo.
El martes amaneció soleado en Katmandú, la capital de Nepal y uno de los principales puntos de peregrinación para los amantes del alpinismo. La familia Sifuentes González estaba “emocionada” de poder conocer el Everest, según ha señalado a medios locales Prakash Kumar Sedhain, director de seguridad aérea de Manang Air, la compañía en la que compraron el tour. Contaron que habían visto en Youtube muchos videos de otros turistas antes y querían experimentar lo mismo. “Desgraciadamente, terminó en desastre”, ha reconocido Sedhain.
Los cinco mexicanos habían estado primero en la India, a donde debían regresar este miércoles, y entraron el domingo en Nepal, el Everest era uno de sus motivos principales para cruzar al país.
El viaje en helicóptero hasta el gigante de 8.800 metros de altura es una gran atracción turística, especialmente en esta época del año, cuando los monzones convierten las rutas hacia la cumbre en caminos resbaladizos y muchas carreteras se encuentran cortadas por los deslizamientos de tierra. Así, los vuelos hasta la montaña se convierten en una opción muy recurrida para la temporada.
Los responsables de Manang Air apuntan a que la familia consiguió cumplir su sueño de más de una hora de recorrido aéreo por el Everest. El accidente ocurrió en el vuelo de regreso. El helicóptero hizo una pequeña parada para repostar combustible en Surke, un pequeño pueblo de montaña que tiene un helipuerto a unos 2.200 metros de altura y está pegado al aeropuerto de Lukla, desde donde despegan gran parte de las expediciones a la cima del Himalaya.