El Conferencista más tímido
El Conferencista más tímido
Te voy a contar cómo cambié mi vida y pasé de estar sin empleo, y con un recién nacido, a lograr construir mi negocio con el cual, además de cumplir mi sueño de niño, apoyo a miles de personas a lograr sus metas.
Desde pequeño, me atraía la idea de apoyar a las personas. Cuando escuchaba audios de motivadores me veía en el escenario animando a miles de personas a ser mejores. Pero eran solo sueños, porque yo ¨sabía¨ que jamás tendría el valor de hablar en público; después de todo, yo era el niño más tímido de mi clase. Los miedos de mis seres queridos tampoco ayudaban. Cuando íbamos a misa, mi papá se ponía en las filas de atrás para que no le fueran a pedir que leyera. A mi corta edad, eso me confirmaba que yo tampoco podría hacerlo.
A los 29 años estaba Feliz, acababa de nacer mi primer hijo. Pero de un momento a otro esa felicidad se volvió frustración. Hubo un recorte en la empresa donde trabajaba y me quedé sin trabajo. ¡No lo podía creer! Tenía un bebé y no podía darle un sustento a mi familia. Mis ahorros se terminaron y los gastos aumentaban. No sabía qué hacer, estaba desesperado. Recuerdo estar en la cena de Navidad con mi familia sin ganas de celebrar. Desilusionado le preguntaba, y casi le reclamaba a Dios, por qué me pasaba eso, qué había hecho mal para que me castigara.
Intenté varias cosas para obtener ingresos, inicié a vender seguros. Fueron meses muy difíciles, pues mi mente en lugar de enfocarse en vender, buscaba una oportunidad que me permitiera tener un ingreso fijo. Los gastos aumentaban y aumentaban. Una noche, mi hijo lloraba y lloraba y yo exploté de coraje e impotencia. Le dije a mi esposa: “Amor, te prometo que nunca me va a volver a pasar esto. La próxima vez que salga de una empresa, será porque yo lo decida.” Y ese día quedó marcado; yo lo llamo ¨La Noche¨, porque en ese momento mi vida tomó un rumbo diferente.
Después de varios meses, por fin obtuve una oportunidad en una empresa. A partir de ahí todo cambió. Mientras daba todo en mi trabajo, seguía buscando mi misión.
De repente me entró nuevamente el gusanito de aprender a hablar en público y motivar a las personas. Busqué quien me enseñara, pero, yo, iluso, quería clases privadas porque me daba miedo hablar frente a un grupo. Un día me armé de valor y me inscribí a un curso. Y oooo ¨fracaso¨, me sentí el peor del mundo. El miedo me invadía cada vez que me paraba frente a mis compañeros. Empecé a buscar excusas para no seguir. ¿Quién soy yo para motivar a la gente? Nadie. Y el sueño se desvanecía de nuevo. Le pedía a Dios una señal, pues sabía que mi misión era ayudar a las personas. Y exactamente el día en que le pedí la señal, PUMMMM conocí a alguien que me dijo que era un Life Coach…
Yo no tenía la menor idea de qué era eso, pero dije: YO QUIERO SER ESO. Investigué todo lo que pude. Leí más de lo que había leído en toda mi vida. Hasta contraté a un coach para que me apoyara. Mientras, seguía trabajando. Las sesiones con mi coach personal eran a las 6:30 de la mañana para llegar a tiempo al trabajo; y me inscribí a una certificación de coaching la cual cursaba los fines de semana.
Cuando estuve listo, empecé a ofrecer sesiones de coaching en las noches, después del trabajo. Había nacido mi segundo hijo, veía muy poco a mi familia porque salía de casa muy temprano y regresaba muy noche. Fueron meses de mucho, mucho trabajo. Todo por un sueño y una misión.
Llegó el día en el que necesitaba más tiempo para apoyar a más clientes y decidí jugármela con mi jefe. Le platiqué sobre mi proyecto y le propuse trabajar medio tiempo. Aceptó, y ese fue otro momento clave, pues esto me dio la oportunidad de crecer al tiempo que contaba con ingresos seguros.
Después de casi un año y medio llegó el momento de volar solo y dedicarle tiempo completo a mi misión. Y fue ahí cuando cumplí la promesa que le hice a mi esposa, esta vez fui yo quien decidió salir de una empresa. El ser coach y apoyar a las personas a lograr sus metas cambió mi mentalidad por completo, dándome seguridad y valor para cumplir mi sueño de niño de ser conferencista motivacional.
Hoy vivo mi sueño, ese sueño que tenía cuando era el niño más tímido del colegio. Me dedico a impulsar a las personas a lograr sus metas a través de conferencias motivacionales, y he tenido la oportunidad de hablar frente a miles de personas. Cambié mi mentalidad, dejé atrás mis miedos y disfruto cada oportunidad que tengo de apoyar a las personas. Y así como yo lo logré, quiero apoyarte a que tú también logres tus sueños, que vayas de donde estás a dónde quieres llegar. Si un niño tímido e inseguro fue nominado como Mejor Conferencista Motivacional en 2016, estoy seguro que tú también puedes llegar a ser eso que siempre has deseado. ¿Por qué? Simplemente porque Te Mereces Lo MEJOR.
Atte:
Ricardo Garamont (El Conferencista más Tímido)
Mindset Coach & Speaker
@ricardogarzamont
www.ricardogarzamont.com