¿Terminará México convirtiéndose en la Venezuela del Siglo 21?
Fuente: https://contextodiario.com/internacional
Andrés Manuel López Obrador quiere cambiar México, y durante la campaña, enumeró algunas de las transformaciones que llevaría a cabo al momento ser elegido presidente. Todas evocan lo prometido por Hugo Chávez en Venezuela.
El conteo presentado por el Instituto Nacional Electoral (INE) le otorgo entre 53% y 53,8% de los votos, lo que significa no solo que es el primer candidato de izquierda en llegar al poder en México, sino que será el presidente que cosecha más votos en la historia del país.
López Obrador no solo propone cambios de fondo, sino también de forma. Todos muy populistas, al estilo de Hugo Chávez.
El líder de Morena dijo que renunciaría a vivir en la residencia oficial de los presidentes de México, a la que quiere convertir en un espacio cultural del que puedan disfrutar los mexicanos.
López Obrador también dijo que cobraría la mitad de lo que gana el actual presidente, Enrique Peña Nieto, cuyo sueldo anual supera los tres millones de pesos mexicanos (unos US$150.000).
López Obrador quizá tampoco viaje en el nuevo avión presidencial, ya que propuso venderlo porque “ni Trump tiene un avión como el de Peña”, y aseguró que no lo veremos rodeado de guardaespaldas porque “el que lucha por la justicia no tiene nada que temer”.
En México, la mitad de la población sigue siendo pobre y la pobreza extrema afecta a más de 4 millones y medio de personas, aproximadamente un 3,5% de los mexicanos.
Para combatir la pobreza y la desigualdad, prometió aumentar los programas sociales de apoyo a grupos vulnerables, como adultos mayores, madres solteras y personas con discapacidad.
Muchos analistas han alertado sobre la política fundada por Fidel Castro y Hugo Chávez que llevaron al colapso a Cuba y a Venezuela y sobre la cual se ha apoyado López Obrador para armar sus estrategias.
Durante la campaña en México en los medios y las calles, predominaban los llamados de los venezolanos a los mexicanos a que fueran conscientes a la hora de votar, debido a que si elegían a López Obrador podrían terminar en una situación similar a la de ellos.
Venezuela ahora exporta más migrantes que petróleo. Los venezolanos llevan dentro un apocalipsis y es natural que vayan por todos lados, desde su horror, tratando de narrarlo.
Más poderosa que López Obrador como presidente es la sociedad mexicana. Si algo puede aprender de Venezuela es a no repetir sus errores, a no engancharse mediáticamente en un juego narcisista con el nuevo presidente, a no poner a girar al país a su alrededor. Tanto la oposición política como la sociedad civil deben, por el contrario, apoyar y seguir construyendo espacios y relaciones de poder ciudadano, reforzar ese otro país, diverso, productivo e independiente, cuya utopía es un gobierno eficaz y decente.
Los mexicanos tienen sus propios fantasmas. Ellos también saben de revoluciones. La última produjo una institución que se mantuvo, de forma perversa, durante setenta años en el poder.