La Trata de Personas: Expresión Infame de la Violencia Contra las Mujeres
REDACCIÓN NOTI AMÉRICA (ECUADOR)
Carolina trabaja en un supermercado a medio tiempo. Su salario no es suficiente para mantener a sus dependientes: su mamá y dos hermanos pequeños. Un compañero del supermercado, que conocía su situación, le comentó de la contratación de mujeres en el restaurante de su tío en la capital; solo tendría que trabajar como mesera y atraer clientes al lugar. Después de mucho pensarlo, Carolina aceptó al considerarlo una buena oportunidad de ganar más dinero. Carolina no sabía que dentro de poco se convertiría en una víctima más de explotación sexual.
La trata, y en particular, la trata con fines de explotación sexual, constituye una expresión extrema de violencia contra la mujer. En el mundo, la mayoría de las víctimas de trata con fines de explotación sexual identificadas son mujeres y niñas. En América del Norte y en Suramérica, en concreto, el 96% de las victimas explotadas sexualmente son mujeres y niñas.
Para reflexionar sobre este fenómeno: entender los factores asociados y las consecuencias de ser víctima de trata, así como la importancia del enfoque de género en el abordaje de este delito. No es posible reconocer plenamente los avances logrados hacia la igualdad de género sin considerar también aquellos retos que aún faltan superar.
¿Qué factores hacen que una persona esté en condiciones de mayor vulnerabilidad frente a la trata de personas?
Múltiples factores aumentan la vulnerabilidad de una persona a ser víctima de trata: económicos, sociales, políticos, ambientales, culturales e institucionales. Si bien estos factores están presentes en la mayoría de los casos, en el caso de las mujeres se acentúan aún más:
- Pobreza y desigualdad. Bajos ingresos, limitado acceso al crédito, a la propiedad, a servicios sociales, a oportunidades educativas, etc. Las mujeres son más vulnerables al empobrecimiento dados los roles de género tradicionalmente atribuidos a las mujeres en la sociedad.
- Limitada participación laboral. Las mujeres tienen mayores índices de desempleo, de informalidad, de trabajos menos cualificados, peor remunerados y más desprotegidos. Estas situaciones hacen que ofertas laborales, en apariencia legítimas, sean mucho más atractivas.
- Problemas familiares. La violencia doméstica y el abuso sexual afectan particularmente a mujeres, niños y niñas. El deterioro de los vínculos familiares y la desvalorización de estos maltratos aumenta la propensión a caer en manos de tratantes que fingen ofrecer el afecto ausente en el hogar.
- Discriminación por género y etnicidad. La trata se puede entender como un fenómeno enmarcado en la desigualdad y subordinación de las mujeres, lo cual explica que la mayor parte de las victimas sean mujeres y niñas. El género se suma a otros factores de discriminación como el grupo étnico, la condición de discapacidad, la clase social y la nacionalidad.
- La impunidad. Si bien en la mayoría de los países de ALC cuentan con marcos legales contra la trata de personas, existe un alto índice de impunidad en la persecución y sanción de este delito.
Por lo general, ante cualquier crisis, las mujeres tienden a tomar mayores riesgos sobre sus vidas y su salud. Se prevee que el COVID-19 tenga un impacto desproporcionado en el número de mujeres y niñas víctimas de trata.
¿Cuáles son las consecuencias de ser una víctima de trata de personas?
Existen múltiples consecuencias en la calidad de vida de las personas que han sido víctimas de trata. Aunque estas dependen en gran medida del género y de la modalidad de trata sufrida, es posible identificar algunas consecuencias comunes:
1. En la salud. La violencia psicológica, amenazas, y humillación que ejercen los tratantes para mantener el control sobre la víctima pueden generar depresión, trastorno por estrés postraumático, ansiedad e ideación suicida. La salud física de las víctimas también sufre un gran deterioro. La trata de personas puede producir agotamiento, deshidratación, problemas respiratorios o infecciones, e incluso diabetes o cáncer. En el caso de las mujeres, el abuso físico y/o sexual tiene alto riesgo de contagios de VIH y enfermedades de transmisión sexual, complicaciones durante el embarazo, o abortos, entre otros.
2. Sociales. Las personas víctimas de trata son aisladas en contra de su voluntad, están acompañadas permanentemente y solo pueden relacionarse con personas con fines laborales, perdiendo completamente su libertad. Están socialmente aisladas y sin ningún tipo de apoyo.
3. Económicas. Las víctimas de trata no controlan sus recursos y suelen estar en situación de servidumbre por deudas Las deudas están construidas de manera tal que son impagables o de manera que siempre terminen pagando más de lo que ganan. Los migrantes son particularmente vulnerables a esta situación.
4. Legales. Es común que los tratantes retengan los documentos de identidad u obliguen a las víctimas a usar documentos falsos. Como consecuencia, no puedan usar servicios públicos, pueden ser detenidas e incluso deportadas por estar implicadas en trabajos ilegales o por portar documentos falsos.
Combate a la trata de personas con perspectiva de genero
Las instituciones de seguridad y justicia deben considerar los factores asociados y las consecuencias que este delito tiene en mujeres para poder diseñar e implementar políticas efectivas de prevención, protección, persecución y reparación. Estas mismas instituciones en algunos países han aplicado un enfoque de género para abordar el tema. Por ejemplo, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, cuenta con la Coordinación General de Investigación de Delitos de Género y Atención a la Víctima y en Guatemala, el Organismo Judicial tiene una Secretaría de la Mujer que se encarga de transversalizar el enfoque de género en la administración de la justicia. El objetivo último es ofrecer a las víctimas unos sistemas de investigación y judicialización más justos que protejan sus derechos y eviten la revictimización.
Fuente: BID